El botox coreano es un imitador peligroso del botox clásico. Sí, su precio es más barato, pero sus resultados no son iguales. Infórmate bien antes de pagar barato algo que le saldrá caro a tu cara.

El botox es el tratamiento estético, no quirúrgico, número 1 en Estados Unidos, y en esa posición lleva ya 5 años. Muchas y muchos buscan su inestimable ayuda para disimular arrugas faciales y tan deseados son sus paralizantes resultados que no sospechan -o les da igual- de los tratamientos con toxina botulínica demasiado baratos. Cuidado con el llamado botox coreano o las falsificaciones llegadas de China y a la venta en Internet a bajos precios, lo barato sale caro.

Llegan del lejano oriente y como todo de lo que allí proviene, es mucho más barato. Pero el botox que viene de China o Corea no pasa por los exigentes controles de la Unión Europea que hacen que las sustancias utilizadas por médicos estéticos tengan todas las garantías para tu salud.

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Si los resultados del botox te han conquistado, si quieres paralizar tus arrugas a golpe de inyección, empieza por desconfiar de las ofertas especiales y los tratamientos a bajo precio. Como advierte el Doctor Moisés Martín Anaya, hay que tener mucho cuidado con el llamado bisturí low cost, que afecta tanto a la cirugía plástica como a la medicina estética.

Lo último, nos cuenta, tras el mercado de prótesis de segunda mano es, es el llamado “Botox Coreano”, que se emplea en algunas clínicas debido a que su precio es tres veces menor que el legalmente homologado por las autoridades sanitarias. Según asegura el Dr. Martín Anaya, este producto se está suministrando sin ningún control.

La misma advertencia sobre el peligro de la venta de esta sustancia a través de Internet hace el médico estético Jesús Sierra: “lo primero que debemos dejar claro, es que la toxina botulínica sólo puede ser dispensada por la farmacia directamente al médico, bajo ningún concepto se debe adquirir de otra manera y, mucho menos a través de internet. El doctor debe acreditarse y presentar su número de colegiado, para que no se produzca ningún tipo de intrusismo profesional”.

El Dr. Sierra nos da las claves para que no nos den gato por liebre: “es fundamental que descartemos aquellas marcas que no hayan pasado los controles exigidos por Sanidad. Actualmente, sólo existen cuatro en el mercado que cumplen con todos los requisitos: Vistabel, Azallure. Bocouture y NeuroBloc. Debemos desconfiar de cualquier otra firma, ya que podríamos estar poniendo en riesgo nuestra salud”.

¿Que cómo sabes la marca de la toxina botulínica con la que te están realizando el tratamiento?, debes exigir, y es obligación del profesional que te atiende, entregarte el prospecto de los productos utilizados. Y esa es otra de las advertencias tanto del Doctor Moisés Martín Anaya como del Doctor Jesús Sierra, el paciente debe asegurarse de la titulación médica de quien le atiende, solo debe aplicarlo un médico estético, un dermatólogo o un cirujano plástico. “No por ser menos invasivo este procedimiento lo pueden llevar a cabo enfermeros ni ATS, debe ser un doctor en medicina estética”, añade el Dr. Martín Anaya.

Otro aspecto importante son las zonas de aplicación del botox en medicina estética. Como bien aclara el Dr. Sierra “con un vial de toxina botulínica sólo debemos tratar dos zonas: la glabela, o entrecejo, y la zona orbicular de los ojos, más conocida como patas de gallo. En teoría, la toxina botulínica se puede aplicar a cualquier arruga, pero debemos seguir las indicaciones que nos vaya dando Sanidad al respecto. Se prevé que con el tiempo, se irán ampliando las zonas a tratar”.