Hay quien sostiene que los aromas son capaces de trasladarnos a cualquier rincón del planeta, pero si estás ante un perfume Chipre no te sentirás en la República homónima. Como en la mafia italiana, en lo que a la materia olfativa se refiere hay infinidad de sutilezas, pero a la postre todo se mueve por familias. La familia, ¡ah!, la famiglia

Desvelamos las claves de este acorde clásico de la perfumería más moderna desde sus inicios hasta nuestros tiempos.

Todo empieza en 1917, cuando Coty crea el perfume fundacional de la poderosa familia chipre con una fragancia del mismo nombre. La educación es esencial cuando se trata de transmitir el linaje por generaciones, y el acorde angular de esta sinfonía define para siempre la arquitectura hasta nuestros días. Desde hace más de un siglo, éste se compone de una salida cítrica (en la que destaca la bergamota), un corazón de jara y un fondo animal con notas de musgo de roble y almizcle. A veces, se añade pachulí. Esta estructura capital se puede ver punteada por ciertas florituras de la alquimia olfativa moderna, como las flores (rosa, jazmín), frutas, ámbar o cuero. Así que si te encuentras ante un chipre, muéstrale respecto, broda. Es una de las Grandes Familias que Cortan el Aire, junto a los Fougères, Gourmands, Florales u Orientales.

Para ambientar un poco más sin salir de casa, pongamos a prueba nuestra memoria olfativa tirando de archivo. Este acorde ha inspirado perfumes que probablemente conserves en el hipocampo, como Femme (Rochas, 1944), Mitsouko (Guerlain, 1917), Knowing (Estée Lauder, 1972) o, más recientemente, CK One (Calvin Klein, 1994), Lady Vengeance (Juliette has a Gun, 2006) o el súper ventas For Her (Narciso Rodríguez, 2003). A pesar de compartir árbol genealógico, no tienen demasiado que ver entre sí en cuanto al resultado en nariz. Tampoco responden a un patrón minimalista.

Otros chipres remarcables son Coco Mademoiselle de Chanel, Miss Dior de Dior, el primer perfume femenino de Bottega Veneta, Feminité du Bois de Serge Lutens (esa maravilla), Aromatics Elixir de Clinique o Agent Provocateur. Perfumes intensos, audaces y sofisticados que normalmente conquistan los pulsos de mujeres y hombres con fuerte personalidad. En el contraste reside su atractivo: el chipre es un acorde femenino con un interesante matiz masculino que le da dimensión sin desdibujarlo. Seduce a quien le preste sensibilidad sin importar su género; ése es el desafío para la creatividad de un perfumista. ¿No dicen que en las familias bien avenidas se reparten el trabajo?