Con el otoño recién estrenado, empezamos con la renovación de tejidos caducos que tan necesaria resulta tras el atracón solar. Estos días he probado un nuevo peeling facial biorevitalizante médico estético con el noble fin de iluminar, reafirmar y combatir los primeros signos de envejecimiento. Ya sabéis que yo por vosotr@s haría lo que fuera. Incluso obligar a mi piel a olvidar los estragos del verano en cosa de 45 minutos.

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Y, efectivamente, así ha sido: ni mi pétreo rostro (ni yo) nos acordamos ya de las intensas jornadas reptando al sol, alcoholazo  smoothie de suspiro de apio en mano; de las noches sin dormir o de la insolente línea de espanto que echó raíces en mi frente al hacer las maletas de regreso. Mi preotoñal careto parece seguir instalado en el dolce far niente. Pero no creas que, con todo y esto, el peeling médico se reduce a un tratamiento de temporada. Entiéndelo como un recurso recomendable para prácticamente todas las pieles con el que eliminar células muertas, estimular la actividad de los fibroblastos (células implicadas en la síntesis de colágeno y elastina) y potenciar los factores de crecimiento que contribuirán a reconstruir tu piel.

La clave es que sea lo suficientemente profundo. Pero sin irritar, por favor, que no es cuestión de descamarse durante días cuando no es necesario.

Yo lo probé en la Clínica Dalystetic, donde utilizan un peeling muy suave y eficaz que permite la incorporación inmediata a la cadena trófica. Perdón, a la vida normal. Bueno, a lo que sea que hagamos cuando no estamos de recreo. El producto se masajea manualmente durante unos minutos (notarás una ligera picazón), se retira, y a continuación se aplica una mascarilla hidratante que calma por completo la piel.

Para terminar, el importantísimo paso de la personalización. Cada piel es distinta, y requiere un diagnóstico profesional y su correspondiente tratamiento; en mi caso, una sesión de radiofrecuencia para mejorar la firmeza (no en vano se la conoce como el ‘lifting sin cirugía’). Esta técnica con aparatología consiste en calentar las capas internas de la piel a una temperatura promedio de 40° para que se contraigan las redes de colágeno y elastina. Sólo se siente un vago calorcillo que resulta agradable y todo.

Lo bueno de esta combinación es que te ves bien al instante (por el peeling) y aún mejor un par de días después, cuando se luce en su esplendor el efecto de la radiofrecuencia. Bienvenido seas otoño, eres mejor de lo que pensaba.

Precio: en torno a 150 euros.

Clínica Dalystetic

Cea Bermúdez, 35.

28003, Madrid.

Tel: 91 549 13 88