Llega al mercado Endocare-C Proteoglicanos Oil Free, las nuevas ampollas antioxidantes de los laboratorios cántabros IFC  para activar la piel de la mañana a la noche y diseñadas para todo tipo de piel, con vitamina C pura y estabilizada y factores de crecimiento. Porque… ¿la buena piel nace o se hace? Se hace, por supuesto, aunque la genética ayude, claro. Estas ampollas nos echan una mano.

 

 

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¿Qué te pones en la cara qué? Proteoglicanos. Y me miraban estupefactas algunas amigas. Sí, los uso desde hace años, desde que mi dermatóloga, la doctora Ojea Yañez, me los recomendó para ayudar a evitar el fotoenvejecimiento. Y la verdad es que me encantan. Este pasado martes los laboratorios cántabros IFC, expertos en el cuidado de la piel desde hace más de 25 años, presentaron a la prensa sus nuevas ampollas de proteoglicanos: Endocare-C Proteoglianos Oil Free. ¿Y qué son los proteoglicanos? Es un término químico complicado pero en esencia, son moléculas con proteínas y sulfatos que actúan como captadores de agua, manteniendo la hidratación. Esto es lo fetén, la hidratación de la que a veces andamos escasas.

Por eso, estos nuevos proteoglicanos Endocare-C Proteoglicanos Oil Free, que esperan desde IFC que sean una revolución en el mundo de las ampollas, activan la piel gracias a su triple eficacia y mantiene su poder regenerador gracias a los factores de crecimiento SCA, la vitamina C pura y estabilizada y que se consigan mantener todos los efectos de la vitamina C a lo largo de todo el día y los proteoglicanos.

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Las ampollas consiguen llegar a la dermis para regenerarla la piel.

Se trata de llegar a la dermis  y trabajarla. ¿Y cómo se llega a la dermis? Con los factores de crecimiento, que son unas proteínas que mandan una señal a las células de la piel para que se activen.¡Eh, despierta! Con los años, las células de nuestra piel pierden la capacidad de producir factores de crecimiento y los tenemos que aplicar de manera exógena para activar las células.

Y ahora os cuento de dónde sacan estos factores de crecimiento los de Endocare porque me parece una historia curiosa. Provienen de una especie de caracol, llamada Cryptomphalus aspersa, cuyos beneficios terapeúticos fueron descubiertos hace unos 40 años por un radiólogo español, el doctor Rafael Abad Iglesias, Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid,y que se dio cuenta de que la baba que estos soltaban cuando se sentían agredidos reparaba rápidamente las lesiones que se producían con la radiación. ¡Menudo descubrimiento para los enfermos de cáncer a los que se les sometía a radiación y acababan quemados! Ésta es la única baba de este pequeño caracol que sirve para reparar la piel, no la de otros que se comercializan por ahí. Y ahí están los estudios para demostrarlo.

Con estos factores de crecimiento lo que se consigue es densidad dérmica, firmeza y reducción de arrugas y que la piel se regenere desde el interior. La doctora Paloma Borregón, dermatóloga de la Clínica Universitaria de Navarra en Madrid nos ha contado que “estos factores de crecimiento juegan un papel fundamental en la regeneración de la piel y al combinarse con la vitamina C pura y estabilizada y los proteoglicanos trabaja todas sus capas, lo que proporciona regeneración con efecto LOOP“. El efecto LOOP es una reacción en cadena que reactiva las células para generar nuevos factores de crecimiento para que produzcan también sus propios proteoglicanos, de manera que la hidratación va a ser mucho mayor al tener proteoglicanos exógenos y endógenos.

Es pues un producto que, a la vez es antioxidante, regenera, ilumina, hidrata de forma potente porque se están sumando diferentes componentes que ya de por sí son potentes. Por eso, afirman desde el laboratorio, que es la solución más completa para activar la piel.

 

 

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Ampolla de Endocare-C Proteoglicanos Oil Free, en su estuche.

 

El sistema de apertura que han perfeccionado es mucho más cómodo y, como puedes usarlo en dos veces -mañana y noche-, no se cae el producto, gracias al tapón y una pequeña peana que han incorporado que lo impide. Un acierto, sí, que si no anda la ampolla rodando por la encimera del lavabo con peligro de que se caiga o de que te la tiren. Además, han conseguido estabilizar la vitamina C para que las ampollas mantengan sus propiedades hasta 7 días después de abiertas, aunque después de probarlas (que nos han hecho una demostración en nuestra piel) y ver cómo deja la piel de luminosa e hidratada, no creo que la dejes una semana sin usar: te la vas a dar por la mañana y por la noche.

Precio: 47,50, euros pack de 30 ampollas.