The Organic Pharmacy tiene un tratamiento mágico de una hora capaz de revitalizar hasta los rostros más estropeados: el facial linfático Rosa de Cristal.  

Cuando la naturaleza te da una piel seca, las dependientas de El Corte Inglés te dicen sin ambages que tienes un rostro cetrino. Y aunque ya me he reconciliado con este palabro, que viene a decir que tengo un precioso tono natural tirando a verduzco enfermizo, vivir rodeada de las mujeres perfectas en Nueva York poco ayuda a la autoestima de mi cutis.

Rosa canina

Este ritual está diseñado para rejuvenecer rostro y mente con los productos de la marca, que se formulan con ingredientes cien por cien naturales y orgánicos. Tras cuatro pases mágicos de la terapeuta con aceite esencial de lavanda para aparcar el estrés en el rincón de pensar, comienza una limpieza profunda con el maravilloso Carrot Butter Cleanser que deja la piel reluciente sin irritar el rostro.

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Llegados a este paso mi piel tiene la manía de pasar de su tono cetrino-verdoso a un profundo rojo cangrejo, normalmente por la energía desmesurada que muchas terapeutas aplican para atacar la suciedad incrustada en mis maltrechos poros. Sin embargo, en The Organic Pharmacy entienden que la piel hay que tratarla con cariño para que te lo devuelva. Sorprendentemente, tras una exfoliación, vaporización y extracción de comedones no experimenté ni tirantez, ni picor, ni ganas de salir corriendo con lágrimas en los ojos.

Una vez se libera la piel de las células muertas, comienza el alma del tratamiento: una sesión de multimasking extremo con drenaje linfático incorporado. Cuatro lujosas mascarillas de rosa mosqueta, algas, miel, jazmín y colágeno prometían convertir mi piel-semáforo en uno de esos relucientes rostros que se pasean por la Quinta Avenida enarbolando sus American Express.

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Honestamente, es lo último que recuerdo. En cuanto me aplicaron el Sérum Antioxidante y empezaron a tocarme con los cristales de rosa en los puntos de acupresión para reafirmar mi piel, acabé fuera de cobertura. Por lo visto, el tratamiento finaliza con la aplicación de una crema de día específica y un masaje profundo de manos y brazos con el archiconocido aceite corporal de rosa y jazmín de la marca.

Portrait of a young girl having a massage at a spa resort.

Cuando la terapeuta es una buena profesional se nota. Esperó hierática a que volviera de los mundos de Yupi para explicarme cómo había personalizado el tratamiento, porque había detectado que tengo una piel muy seca y muy sensible. Por otra parte, su masaje linfático fue uno de los más agradables que he recibido nunca; por lo visto, el tratamiento de hincar el dedo en las glándulas con el que me han torturado en otros centros ni es bueno para la salud ni es más efectivo en términos de drenaje.

Tras una hora de tratamiento y una buena siesta que delataba mi origen español, mi piel acabó jugosa, hidratada, calmada, resplandeciente, y todo lo opuesto de cetrina. Es una pena que en Nueva York no tengan dependientas de El Corte Inglés para enseñarles que mi rostro tiene otra tonalidad aparte del verde, así que cuando vuelva a hacerme el tratamiento iré a darme un garbeo por el Macy’s para quitarme la espinita.

Facial Linfático Rosa de Cristal. Precio: 150 dólares (unos 130 euros) / 60 minutos.

The Organic Pharmacy

353 Bleecker Street, 10014 Nueva York