No sé si es porque está cerca San Valentín, pero escribir de perfumes levanta pasiones. Y me he dado cuenta de que estoy haciendo demasiadas alusiones al sexo. Así que de perdidos al río. Vamos a hablar de sexo, de lo bueno que es el sexo para la belleza.

¿Sabías que se puede determinar si una persona es o no activa sexualmente por el aspecto de su piel? Dice Jaime Caballero en un Power Point que circula por Internet.

El sexo es un tratamiento de belleza. Pruebas científicas han comprobado que cuando la mujer tiene relaciones produce gran cantidad de estrógenos. Las hormonas femeninas favorecen el brillo y la suavidad en el cabello.

Hacer el amor produce relax y bienestar. Además, reduce las posibilidades de sufrir dermatitis, espinillas y acné. El sudor limpia los poros y hace brillar la piel.

Hacer el amor quema calorías, fortalece los músculos y es uno de los deportes más seguros, siempre que se practique con preservativo. Un preservativo cuesta unas zapatillas de deporte son mucho más caras y apuntarse a un gimnasio o contratar un entrenador personal ni te cuento.

El sexo cura la depresión: libera endorfinas en el flujo sanguíneo y crea un estado de euforia y bienestar inigualable. Cuanto más sexo, más posibilidades de más. Es la pescadilla que se muerde la cola porque la práctica sexual hace que nuestro cuerpo segregue feromonas que todavía excitan más al sexo contrario.

El sexo es el tranquilizante más seguro. Diez veces más fuerte y efectivo que el Valium.

Besarse es sano para la boca y los dientes. Alivia la tensión cerebral y los dolores de cabeza. Combate el asma, las alergias y la congestión nasal. Es un antihistamínico natural. Y estarás conmigo en que aparte de todo, el sexo es un placer.

¿Has notado algún otro beneficio que merezca la pena señalar para añadirlo a nuestra lista? Cuenta, cuenta…

Un sinfín de mensajes escritos en una botella de perfume. Ya lo decía Sting en su Message in the Bottle. Aunque los frascos de esencia destapan algo más que el espíritu, lanzando oscuros objetos de deseo. Elixires aromáticos que huelen a adicción y seducción. Mensajes provocadores, algunos incluso censurados como este famoso póster del mítico Opium ideado por Yves Saint Laurent. ¿Será por qué una imagen vale más que mil palabras? ¿Sabías que el éxito de un perfume depende en un mayor porcentaje del status de marca, la imagen publicitaria, el nombre, incluso hasta la melodía de su spot televisivo?

Además de los mensajes publicitarios, las revistas también son líderes de opinión y últimamente, la consumidora (o sea cualquiera de vosotras) empieza a confiar en los blogs de belleza donde se recomiendan productos después de haberlos probado. Estoy aquí para resolver tus dudas y para aprender también de vuestros trucos y opiniones.

No es de extrañar que los departamentos de perfumería se conviertan en una pesadilla difícil de resolver para la consumidora de a pie. Cada vez hay más perfumes diferentes, normalmente hay que rebuscar mucho porque hay mensajes visuales o escritos que despistan.

Un consejo: Olvida el marketing de las fragancias y huele por la nariz. No te dejes impresionar nunca por las notas de salida son las primeras que se huelen y pueden confundir. El verdadero mensaje de un perfume está en la mezcla de corazón y fondo. La esencia de cualquier buen perfume no desvela su secreto hasta pasadas un par de horas. Y es que en la mayoría de los casos, los perfumes son como los políticos empiezan a prometer y prometer… y parece que el mensaje es que hay que beberse la botella para sentir todas esas cosas que dicen en las campañas publicitarias.
 
Hay que estar muy atentos también a los mensajes escritos porque reflejan el comportamiento social del tiempo que vivimos. En definitiva, nuestros sueños colectivos o aspiraciones personales. ¿Qué perfume aspiras, inspiras o respiras? ¿Te lo pones para conquistar mejor? ¿O simplemente para oler bien tú misma?

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