No puedo dormir. Nooo puedo dooormirrr, que diría Coque Malla de Los Ronaldos, que por cierto vuelven. Me parece muy bien porque todo vuelve, las modas vuelven y se reciclan eternamente. “Y vuelven, y vuelven” que dice el sabio timbre del móvil de mi hija.

Y al parecer no soy la única del planeta que le cuesta conciliar el sueño. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 40% de la población mundial sufre algún tipo de problema a la hora de dormir. Algo bastante elástico por otra parte, porque dentro de ese 40%, puede haber un 35% con terrores nocturnos por ejemplo. Pero supongo que no sea ese el caso de la mayoría. Porque según las cifras que se manejan entre síntomas y consecuencias de no dormir bien por insomnio son, y atención al dato: mal humor, ansiedad, falta de concentración y sensación de tener arenilla en los ojos y/o un irresistible deseo de echar una cabezada en cualquier sitio.

Bien, pues si igual que yo no puedes dormir (me refiero de noche). Ahí van las últimas recomendaciones de las autoridades sanitarias y los organismos competentes a cerca de lo que tenemos que hacer. Se trata de seguir una especie de disciplina inglesa y algo de gimnasia sueca a continuación. A mucha gente a lo mejor no le apetece, pero tengo que decir que el insomnio no es muy bueno porque no sigue los omnipotentes ritmos de la naturaleza.

La fórmula para dormir mejor consiste en: hacer deporte en las primeras horas de la tarde, tomar una cena ligera y abstenerse de fumar y beber alcohol antes de irte a dormir.

Como te iba diciendo: mal humor, falta de concentración, ansiedad…A mi alrededor hay cantidad de gente así, ligeramente ansiosa. Y es que vivo en Madrid. Lo peor es cuando coges el coche y ves a la gente peleándose por un toquecito de carrocería de nada. Por Dios, si es que hay que dormir un mínimo de ocho horas, qué estamos durmiendo todos muy poco.

En el último siglo el tiempo medio de sueño se ha visto reducido en un 20%, es decir, en casi dos horas diarias, debido en gran parte a factores estrechamente relacionados con el estilo de vida de las sociedades modernas.

Dormir bien durante la noche es básico para nuestra salud y calidad de vida. La falta de sueño puede afectar de distinto modo pero siempre afecta para mal, claro está.

¡Y sí, ya sabemos que nos pasamos un tercio de la vida, durmiendo! Pero no se trata de una pérdida de tiempo. Necesitamos dormir.

El sueño, entre otras cosas, es una actividad fisiológica verdaderamente reparadora para el cuerpo – mente.