Las melenas avanzan al mismo tiempo que retroceden. A día de hoy los peluqueros echan mano de sus tenacillas y están listos para ponerse a ondular nuestros cabellos con cierto estilo retro y con la lógica aceleración del otoño 2007.
Coge la plancha o la tenacilla y dale a tu melena un aire retro. Y es aquí donde nos acordamos de Sydney Guilaroff nada que ver con Guy Laroche.

Sydney fue el peluquero de la era dorada de Hollywood. Y eso es decir  mucho. Significa que fue el rey del backstage de todos los iconos vamp que en el mundo han sido. Incluso de los no vamp. Guilaroff estaba tan vinculado al cine de aquella época. Estuvo en los camerinos de las satar en más de 400 películas y el intervino en más de siete, siempre interpretandose a sí mismo en su papel de peluquero.

Fue él que convenció a la joven Lucille Ball para que pasara de rubia a pelirroja. Para convertirla en la primera rubia-descerebrada pelirroja. En su calidad de peluquero de las principales actrices y actores durante el periodo de esplendor de Hollywood, es decir desde los años 30 hasta los 50, ejerció una influencia en las tendencias que llega hasta nuestros días. La cultura de nuestro tiempo debería rendirle culto porque fue el verdadero interprete del glam dentro del mundo de la peluquería.

Guilaroff tuvo un apasionado romance con Greta Garbo y después con Ava Gardner. También fue la última persona con la que habló Marilyn la noche en que murió. Fue además de amante de su profesión y algunas actrices, amigo y confindente del star-sytem. 

Algunas de sus declaraciones pasaran a la historia. «En lo que a mí respecta, John y Robert Kennedy, ayudados por Greenson, asesinaron a Marilyn», declaró el peluquero Sydney Guilaroff. Su libro, Gloria Suprema es un suculento legado del confidente favorito de Hollywood.

Y tú, ¿Has encontrado ya al peluquero de tu vida? ¿Qué significa para tí ser un buen peluquero? ¿Tienes verdadera confianza y fe ciega en tu peluquero? ¿Cual es tu peluquería favorita?