El cambio de Heidi Sontag salta a la vista. Se trata de un blanqueamiento dental que amplifica su sonrisa, mucho más suelta y amplia después de pasar por cirugía estética dental y corporal. Un par de prótesis mamarias bien puestas pueden hacer maravillas en el cuerpo y si además te tiñes de rubio platino, el cambio es radical. Siempre hay un antes y un después, lo que ocurre es que no siempre impacta tanto.

Las glandulas mamarias arrastran el protagonismo y como dice una amiga mía sí son mías porque las he pagado hasta el último euro.  ¿Qué opinas? ¿Tetas verdaderas o falsas?

¿A quién le importa?