Me gustaría usar bellezapura una vez más, como soporte para hacer una denuncia sobre crueldad animal, y dicho sea de paso apoyar una vez más la cosmética ecológica, biológica y lo más natural posible como la de la firma Stella Mac Cartney.  Además, la Santa Iglesia Católica ha dicho que no reciclar o ser poco respetuoso con el medio ambiente también es pecado. Y seguro que la cosmética que experimenta con animales también se encuentra en el límite del mal.

La historia a denunciar y debatir es la siguiente: el año pasado, un supuesto artista llamado Guillermo Vargas presentó su obra en una exposición en una galería de arte de Costa Rica. La “genialidad” de su obra consistía en escribir sobre un mural con bolitas de pienso para perros  y a tan sólo unos metros de dicha pared, dejar morir atado a un perro recogido de la calle . Hay que ser animal… La inmoralidad no tiene límites del perro callejero al del animal de compañía.

La crueldad, del autor y de los visitantes impasibles de dicha exposición me parece de tal calibre que os invito a todos a que, por favor, firméis en contra de este hombre mezquino y sin escrúpulos.

No se puede consentir que este hombre se lucre a costa de sacrificar cruelmente animales, no quiero ni imaginar en qué consistirá su próxima obra.

Vía: El Refugio.