El Aloe Vera es una de los soluciones milagro de la cosmética. Yo soy fan del Aloe Vera, sobre todo en caso de quemadura solar y cierto tipo de irritaciones. Lo más importante es que la concentración de jugo de Aloe Vera sea la máxima posible porque así aumentará su eficacia. Y por supuesto, la mejor opción consiste en aplicarlo directamente de la planta.

Es un cactus con una larga historia que se remonta al papiro de Ebers (S.XVI a.C.) y las pinturas de las tumbas faraónicas donde se narran sus virtudes en la fabricación de diferentes elixires. Todo un clásico puesto al día con éxito por la cosmética actual. Se puede utilizar como dentífrico, solución anti-acné o en zumo para mejorar la gastritis.

Identidad vegetal y propiedades:  El Aloe es un cactus de la familia de las liliáceas como el ajo o la cebolla. Existen más de 250 especies, pero sólo 3 tienen propiedades cosméticas y terapeúticas. Sus hojas carnosas contienen un gel translúcido rico en vitaminas, minerales, proteínas, oligoelementos y aminoacidos.

• Tiene numerosas propiedades para la piel: cicatrizante, regenerador, hidratante, analgésico, astringente, anti-inflamatorio, etc. También resulta beneficioso en el cuidado del pelo y el cuero cabelludo como tónico y acondicionador.
• En cosmetología se utiliza sobre todo en el tratamiento de pieles sensibles, acné, manchas, arrugas, flacidez y estrías. Su potente acción calmante se aplica en  bálsamos para después del sol o el afeitado.
 

Historia terapeutico: Se dice que fue llevado a América (Islas Barbados) desde Canarias por monjes franciscanos. De ahí su nombre técnico Aloe Barbadensis, aunque los nativos americanos lo bautizaron como “varita mágica del cielo” y popularmente se conoce como Aloe Vera. Antiguamente  se aplicaban sus hojas directamente sobre heridas, quemaduras, eccemas o picaduras de insectos. Desde los tiempos de Alejandro Magno hasta la II Guerra Mundial se utilizó como remedio para curar las heridas de los soldados. Además de la cantidad de referencias que coinciden en los beneficios de su aplicación externa, también exiten datos sobre su empleo como elixir oral.

Por ejemplo: Mahatma Gandhi tomaba a diario un zumo de Aloe. Cuéntame, ¿lo has probado?

Yo lo he probado y tengo que decir que su sabor es repugnante, aunque muy muy sano.