Lorena Morlote presenta tendencias de verano
En esta nueva colección primavera-verano, Lorena Morlote y su equipo se quieren salir de lo habitual en cuanto a coloración de cabello. En vez de apostar por los clásicos colores cálidos (tierra, marrones, rojos…) de anteriores colecciones, esta vez se han decantado por tonos castaños o morenos, mezclados con sutiles transparencias cobrizas que aportan movimiento .
En cuanto a los cortes, esta temporada aparecen mucho más estructurados. Todo ello, eso sí, sin perder la naturalidad ya que se desfilan los cortes en puntos estratégicos como la nuca o el flequillo.
En estas instantáneas se combinan diversos elementos que, aparentemente, nada tienen en común, pero que todos juntos conforman una sorprendente composición visualmente muy atractiva. En definitiva, alta peluquería y alta gastronomía unidas para ofrecer una espectacular imagen, obra del fotógrafo Isaac Morell.
¿Qué opinas de esta colección de peinados?
coke
querida laura siento mucho que no captes la metáfora que se plasma en esa instantánea, pues en la mesa se representan varios lujos gastronómicos (uno de los grandes placeres de la vida),entre ellos como bien dices pelo, no obstante a mi parecer se quiere plasmar la elección y no el echo de que fuere a comer dicho pelo.
Por mi parte felicidades a Lorena Morlote e Isaac Morell.
Sin duda alguna es todo un regalo visual.
nunca existió un artista que fuera aclamado por unanimidad pero sí obras que perduran en el tiempo por perpetuidad.
laura
La foto de la presentación de los nuevos colores de Lorena Morlote (arriba) parece bonita a primera vista pero creo que es una imagen totalmente repugnante que puede producir “asco” a muchas personas como me lo produjo a mi. COMER PELO no es algo agradable para los sentidos y es una pena porque estropea la fotografía.
judith
Está bien fomentar nuestros colores más naturales (me refiero a los de la mujer mediterranea).
Las francesas también han apostado por estas tonalidades para resaltar el color natural de cada una en lugar de “aplacarlo” con rubios y cobrizos más propios de las nórdicas que de nosotras..