Un artista griego de nombre ilegible (lo sentimos pero no sabemos traducir esa tipografía) nos deleita con su “comida antropomorfa”. Una original fórmula de llevar las denuncias sociales al arte expresado a través de los alimentos.
Los alimentos se llevan al extremo para reflejar los temores y sentimientos de nuestra sociedad.
Un melón que reivindica el cambio climático, un pan que expresa ira, una naranja con trastornos alimenticios o un tomate con problemas de adaptación social.
¿Te suena alguno de estos sentimientos?
Vía: Cochorlat.