Los UVA o rayos ultravioleta son famosos por el daño que hacen en la piel.
Y se hizo la luz y el daño solar llegó de su mano para envejecer nuestra piel día a día y de forma completamente natural provocar la oxidación que produce las arrugas, las manchas, la flacidez y todos los signos de fotoenvejecimiento.
Sí, el sol nuestro de cada día es la fuente más habitual de radiación “ultravio-letal”, aunque también se puede conseguir artificialmente mediante lámparas UVA. Pero qué ganas de dañarse la piel mediante la tecnología de rayos cuando los naturales ya nos la castigan lo suficiente.
Si quieres pruebas sólo tienes que ver el cuello de un marinero y el cuello de una monja de clausura. Busca fotos, los dermatólogos lo hacen y te quedas pasmada de ver los efectos.
Y del calor de los rayos de sol que cada día están más incisivos pasamos al frío del Artico para comprender la crisis del clima y la ferocidad de los agentes medioambientales.
Nuestro clima está cambiando, especialmente en el Ártico donde el permafrost se está derritiendo, los glaciares se están desvaneciendo y el hielo marino está desapareciendo. Los cambios en el Ártico no sólo van a afectar a sus habitantes y ecosistemas, sino también al resto del mundo, ya que el Ártico juega un papel especial en el clima global.
Créditos de la imagen: arteonline.
Por favor, protege tu piel de los ultravioleta. No los ves, pero están ahí.
¡Qué rayos! los UVA al descubierto. La radiación ultravioleta se descompone en tres tipos de rayos: UVA, UVB y UVC. Tiene una longitud de onda menor que la de la luz visible pero mayor que la de los rayos X ( entre 400 y 100 nanómetros).
Todos ellos están considerados como probables cancerígenos para el hombre.
UVA – Radiaciones de longitud de onda larga comprendida entre los 315 y 400 nm. Apenas retenidos por la atmósfera. Al menos el 90% de las radiaciones que llegan a la superficie terrestre son UVA. UVA se subdivide en UVA-I (340 nm – 400 nm) y UVA-II (315 nm – 340 nm).
UVB – Radiaciones de longitud de onda media comprendida entre los 280 y los 315 nm. Representan como máximo un 10% de las radiaciones que llegan a la superficie terrestre.
UVC – Radiaciones de longitud de onda corta comprendida entre los 100 y los 280 nm. Las radiaciones UVC son absorbidas en su totalidad por la capa de ozono.
Utiliza los protectores solares y dosifica las sesiones de sol para prevenir el daño solar, más conocido como fotoenvejecimiento. El filtro solar es tu mejor aliado en invierno o en verano. Puedes aplicarlo en crema, fluido o incorporado al maquillaje de base si es que te gusta ir maquillada todos los días.
El maquillaje proporciona a la piel una película mineral que ofrece una protección natural y mucho mejor que los filtros químicos, que a la larga pueden producir alergias cutáneas.
Otra opción es el autobronceador.
¿Cómo proteges tu piel de los UVA?