peluquerías contra la SGAE

Peluquerías y centros de estética se han puesto en pie de guerra contra el canon que deberán pagar a la SGAE por tener la radio encendida.

El sector de la estética está algo revuelto, especialmente en Cataluña donde los peluqueros y otros establecimientos públicos se han puesto en pie de guerra contra el canon que deberán pagar a la SGAE por tener la radio en marcha. Este canon pretende proteger los derechos de los autores de las canciones que se escuchan y exige pagar 6 euros mensuales en salones pequeños, de menos de 50 m2, y de 12 euros si no llega a los 100 m2.

La iniciativa contra el afán recaudatorio de la SGAE viene avalada por la Federació Catalana de Perruqueries i Bellesa. Los primeros en secundar la campaña han sido los profesionales de Barcelona, Lleida y Sabadell, ciudades donde ya luce el póster de la protesta y muchas otras están recibiendo el cartel estos días.

¿Cundirá el ejemplo en otras autonomías?

Federació Catalana de Perruqueries i Bellesa/ Federación Catalana de Peluquerías y Belleza, creada en el año 1997, agrupa a empresarios de peluquería y estética de  Catalunya. Su objetivo es conseguir el mayor grado de cohesión, armonía e integración para afrontar los retos económicos y empresariales con eficiencia y eficacia. Josep Ma Figuera, Vice-Presidente de FEDCAT, es contundente: “La situación es alucinante. Las peluquerías no viven de la música, simplemente intentan garantizar en sus salones un ambiente tan hospitalario como sí nuestros clientes fueran invitados en nuestros propios hogares. ¿A caso sí invitamos a alguien a nuestro domicilio debemos pagar el canon de la SGAE por espectáculo público? ¿A caso ya las diferentes emisoras de radio no pagan  el canon correspondiente? ¿Podemos plantear los peluqueros la posibilidad de que nuestros clientes y clientas que aparezcan en actos públicos deban pagarnos un canon a los peluqueros por el uso público de nuestras creaciones? Quizás ha llegado el momento de plantaer esta posibilidad e incluso exigir a los cantantes españoles que nos paguen por nuestra creatividad. Sí ello es absurdo, que tomen nota…”
De hecho parece ser que la peluquería es el primer colectivo en organizarse contra lo que considera un impuesto “injusto” pero no es en absoluto el único.