El lápiz de ojos debió de ser el primer cosmético improvisado de la historia. Me gusta imaginar a aquella primera mujer (u hombre) a quien se le ocurrió poner al fuego, seguramente un trozo de madera o algún mineral, y el momento preciso en que descubrió que, aplicándolo sobre los ojos, los hacía más profundos y bellos. Casi no han pasado miles de años. Si aquel ser humano levantara la cabeza quedaría fascinado por la cantidad de materiales, texturas y colores con los que hoy somos capaces de hacernos la raya y la sombra de ojos.
Ahora, los lápices khôl o kajal ya son imprescindibles en el neceser de cualquier mujer, pues permiten cambiar la mirada en sólo un par de trazos… y minutos.
¿Quieres saber cómo conseguir una mirada de impacto y diferentes efectos sobre tus ojos sólo con lápiz?

Las fórmulas y aplicaciones de los lápices de ojos no tienen límite. La clave está en saber usarlos para conseguir el efecto deseado. Hoy, los lápices blandos, también denominados kajal, incorporan en su fórmula ceras naturales. Estas texturas blandas permiten mucha flexibilidad y cobertura. Son más versátiles y tienen una intensidad de color muy aceptable porque se deposita más producto tan sólo con una fina pasada. Como nos cuenta Miguel Ángel Álvarez, maquillador oficial de Max Factor, son los imprescindibles en pasarela y producciones de moda, y para  nosotras, perfectos para diseñar “smokey eyes” (ojos ahumados) con facilidad. Basta aplicar el lápiz por el borde de las pestañas y la cuenca del ojo para diseñar la banana, fijarlo con sombra y difuminar. No cuenta con la capacidad de fijación de un lápiz duro, pero a cambio, si te confundes, lo puedes quitar y recolocar en un momento. Hoy es uno de los artículos de maquillaje más vendidos. Incluso Jean Paul Gaultier fue el primero en lanzar, hace casi 10 años, una línea masculina de maquillaje que incluía un rotulador doble con lápiz khôl y antiojeras, especialmente diseñado para llevar en el bolsillo.

Según la forma de tus ojos, puedes achinarlos si aplicas el lápiz por el borde de las pestañas superiores, pero ¡ojo! sólo desde el centro del párpado hasta el exterior, y alargando un poco el rabillo a la vez que elevas ligeramente la línea separándola del borde en línea recta o hacia arriba (de lo contrario, si sigues la línea de las pestañas hasta su extremo exterior, te darás un aire tristón y algunos años de más). Y en la línea inferior de las pestañas debes hacer exactamente lo mismo.
Si tienes los ojos juntos, alarga el rabillo en el exterior, y si están separados, haz lo mismo, pero en el lagrimal.
A los ojos saltones les sienta bien el kajal por dentro, y si son pequeños, por fuera o a ras de la línea de las pestañas.
Si lo tuyo es una mirada de impacto, aplica el lápiz por dentro (por la llamada línea de agua) pero también por fuera. Necesitarás maña y un lápiz más grueso para que no queden “calvas” sin maquillar en la línea de nacimiento de las pestañas.

Un buen truco para que te dure más el maquillaje es aplicar el lápiz y después una capa de polvos translúcidos, para terminar con otra capa de lápiz. ¡No falla!

Este otoño/invierno, puedes probar con:

Khôl & Contour Mineral, de Bourjois, contiene una fórmula casi 100% natural y dura hasta 16 horas. Está disponible en 6 colores. Precio: 7,90 €.

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El lápiz Dessin du Regard de Yves Saint Laurent incorpora una suave mina que se puede utilizar también como sombra de ojos, y una esponjita para difuminar. En 12 colores. Precio: 19 €.

Si quieres un efecto mas intenso o waterproof, utiliza los eye-liner. Son líquidos y se presentan en forma de rotulador o en envases con pincelito. Duran intactos mucho tiempo pero hay que tener buen pulso para aplicarlos. Lo mejor es hacerlo sin miedo, con trazos largos y rápidos. Prueba con:

El Eye-liner líquido de Guerlain, con pincel ultrafino, es casi un instrumento de caligrafía. Precio: 32 €.

Automatic Fine Eyeliner de Shiseido persiste durante todo el día como recién aplicado. Precio: 35,30 €.

Dos consejos de última hora: en verano, mete el lápiz kajal a la nevera, y evita que se te caiga al suelo. Si la mina se rompe por dentro, cada vez que lo afiles, el extremo que quieres utilizar se quedará en el sacapuntas.