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Una de las consecuencias de este estilo de vida acelerado que tanto parece que nos gusta es el retorno del acné en personas que ya no cumplirán los 30 años. El estrés, la polución y los cosméticos que no dejan respirar a nuestros queridos y sufridos poros son la causa principal de este revival que no es para celebrar, la verdad.

Si hace tiempo que pasaste la adolescencia y los granos, espinillas, poros dilatados y puntos negros no te han abandonado o de repente se han puesto en erupción cual volcán, es el momento de buscar alguna solución.

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Y es que el acné afecta al 80% de los adolescentes entre 12 y 18 años, y a una cuarta parte de los que se encuentran entre los 19 y 24 años. Sin embargo, por encima de esa edad, todavía hay muchas personas que lo sufren. En las mujeres, la cifra alcanza hasta el 20% cuando se trata de afectadas por el estrés.

Desde la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) nos desvelan las causas médicas:
– El sistema nervioso participa en el aumento de la secreción sebácea. El estrés psíquico incide directamente sobre ella.
Alteraciones de la grasa en las glándulas sebáceas junto a una acumulación de células epiteliales en los poros.
– Una bacteria llamada Propionibacterium Acnes.

Si el problema es grave, debes acudir a un dermatólogo, que posiblemente te  recetará unos medicamentos para el control de la grasa, la infección y la inflamación, así como para afinar y liberar los poros afinando la piel. Algunos medicamentos como los retinoides, son capaces de controlar todos los factores causantes de esta patología.
Los 10 consejos de la AEDV para combatirlo son:
– Realizar una limpieza diaria correcta de la piel, no más de 2 veces al día y con un jabón suave.
No te obsesiones con la higiene. No tiene nada que ver con el acné.
– Los mejores tratamientos son los farmacéuticos y cosméticos. No hay alternativa mejor.
– Cualquiera de estos tratamientos, tanto cosméticos como farmacéuticos requieren constancia.
No toques las lesiones.
– Utiliza cosméticos no comedogénicos y libres de aceites.
– Si el tratamiento te irrita la piel, no lo dejes. En todo caso, espácialo.
– Aunque no hay alimentos que empeoren el acné, los conocidos popularmente como agravantes debe ser consumidos con moderación.
– Acude al dermatólogo.
– Las marcas desaparecen al cabo del tiempo. Si alguna se resiste, puedes optar por tratamientos a base de láser.