Forest

Este nuevo año será motivo de celebración de muchas conmemoraciones, y entre todas ellas, queremos destacar que 2011 será el Año Internacional de los Bosques.

Los bosques representan el 30% del territorio del planeta y cada año se pierden 13 millones de hectáreas, lo que equivale a la cuarta parte de la Península Ibérica. Y la culpa de esta pérdida es única y exclusivamente de los seres humanos. Los bosques, además de ser un elemento clave para el equilibrio de la biósfera de la Tierra, son una fuente importante de ingredientes para la cosmética, pero ¿todos esos ingredientes se obtienen de manera respetuosa con el medio ambiente?

Afortunadamente cada vez son más las firmas cosméticas que se suman a una fabricación responsable y ecológica de sus productos. Y tú, desde tu casa, a nivel individual, puedes poner tu granito de arena para que las próximas generaciones puedan seguir disfrutando de los bosques, comprando esas firmas respetuosas con el planeta. Para que un producto sea considerado bio, al menos un 95% de sus ingredientes debe ser cultivado sin pesticidas químicos y siguiendo procedimientos tradicionales no industriales.

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También es importante tener en cuenta que estos ingredientes procedan del comercio justo y que el impacto ecológico en la producción, elaboración y transporte del producto sea mínimo. El origen de estos ingredientes debe ser siembre botánico y nunca animal y no debe contener parabenos, siliconas, aceites minerales u otras sustancias de origen artificial.

Y para los bosques, es también fundamental que los envases sean de papel y cartón ecológico, procedente de bosques sostenibles. Todo esto lo garantiza el certificado Ecocert, reconocido por la Unión Europea. The Body Shop, Weleda, L’Occitane, Natura, Apivita, Origins, Aveda, Huiles & Baumes o Yves Rocher son algunas de estas firmas 100% bio.

Pero no todo es reciclaje y amor por la naturaleza. Detrás de la industria cosmética hay también quien se pone la etiqueta de bio cuando no lo cumple del todo, y otras que ni se acercan a un mínimo comportamiento ecológico y directamente contribuyen en la destrucción de los bosques.

Ya os hemos hablado, por ejemplo, del aceite de palma y de cómo cada año, millones de hectáreas de bosque y selva son destruidas para poder cultivar la palma aceitera, lo que acarrea enormes consecuencias para el medio ambiente. El aceite de palma es un ingrediente muy utilizado para fabricar cremas, jabones, champús o pasta de dientes. Indonesia es el principal productor mundial de palma aceitera y también el país con la mayor tasa de deforestación del planeta.

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Obtenidos de flores, frutos, semillas, raíces, cortezas, bayas, y hojas, los ingredientes cosméticos procedentes de los bosques pueden agotarse si, entre todos, no los cuidamos.

Por poner algunos ejemplos, el árnica procede de los bosques de los Pirineos, los Alpes y los Apeninos; la manteca de Karité se obtiene de un árbol, el karité, que crece en otro tipo de bosque como es la sabana africana. El aceite de árbol de té se obtiene de un árbol que crece en Australia y Asia. En la cordillera Argentina, en Chile, Perú, Estados Unidos y los países mediterráneos de Europa crece la apreciada rosa mosqueta. El hamamelis procede de los bosques de Canadá y el norte de Estados Unidos. Las bayas de açai proceden del Amazonas

¿Somos realmente conscientes de lo que tenemos y de lo que supondría perderlo?, ¿qué más crees que podríamos hacer?