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Operaciones para aumentar el pecho con prótesis de mama explicado por un cirujano estético.

Quizás alguna vez te has planteado pasar por el quirófano para aumentar tu talla de pecho, pero no lo hayas hecho por temor a alguna de las leyendas urbanas que corren por ahí, como que se rompen las prótesis, hay que cambiarlas sí o sí con el paso del tiempo o que no puedes dar de amamantar a tus hijos en un futuro. Consciente de estas dudas, el cirujano plástico Óscar Junco, doctor de la Clínica Cima de Barcelona nos reunió en la panadería artesana Harina de Madrid el lunes 28 de marzo a un grupo de periodistas para aclararnos todas las preguntas respecto al tema y derribar algunos falsos mitos.

Respecto al tipo de prótesis mamarias, el doctor Junco apuesta por los modelos de última generación presentes en el mercado: las prótesis de gel cohesionado de silicona, que “tienen un riesgo de rotura o fuga mínimo frente a las que se utilizaban antiguamente o las que todavía se implantan pero poseen una calidad inferior”. Además, “el resultado siempre es más natural”, indica este doctor. Que los pechos sean más o menos naturales también depende de la forma de las prótesis: anatómica o redonda. Por ejemplo, las anatómicas permiten que las personas de constitución delgada luzcan un resultado más discreto, aunque siempre las pacientes tienen la última palabra, ya que algunas buscan a propósito un escote llamativo.

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Y, ¿cuál es la mejor zona para implantar las prótesis? Existen tres posibilidades: la axila, la parte inferior de la mama o a través de la aureola. Junco apuesta por esta última, porque la piel rosácea del pezón disimula mejor la cicatriz y se controla mejor el sangrado de la operación, una de las razones por las que  las prótesis pueden encapsularse (o endurecerse) posteriormente. Esta complicación se puede tratar a tiempo (para evitar otra operación) durante los controles postoperatorios mediante masajes, tratamientos de radiofrecuencia y medicación.  No te olvides de que a partir de la tercera o cuarta semana, los masajes son recomendables para evitar esta complicación.

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Seguro que otro factor que te preocupa es el tiempo que puedas tardar en incorporarte a  tu rutina  diaria. Hasta las 3 o 4 primeras semanas, las prótesis no se habrán adherido totalmente al tejido de tu cuerpo, así que no debes realizar esfuerzos físicos durante los primeros días, pero podrás conducir el coche pasada la segunda semana, tomar el sol a partir de la tercera e ir al gimnasio en un mes.

Por cierto, según Junco, “las prótesis duran toda la vida”. Sólo se cambian en caso de fuga, rotura o excesivo desgaste, aunque se recomienda acudir al cirujano cada cinco años y un control anual a partir de los diez. Y si quieres amamantar a tus hijos, puedes hacerlo, porque las prótesis se colocan en un plano profundo de la mama, aunque el pecho perderá su forma habitual, como es lógico. “Sólo la lactancia se ve afectada cuando se ha modificado la forma o composición de las glándulas mamarias  (mamas tuberosas o cuando se acompañe de una mastopexia, elevación de los senos caídos)”, expresa Junco.

 

¿Has aumentado tu talla de pecho? Cuéntanos tu experiencia.