Mariquita-subiendo

¿Eres de las que piensan que no hay nada como las cuestas para poner tus glúteos duros como piedras?, ¿prefieres las escaleras al ascensor?, ¿eres fanátic@ de la cinta de correr? Pues una de las últimas disciplinas en irrumpir en los gimnasios mezcla un poco estas dos ideas y se inspira también en el spinning. La idea es la misma que el cicilismo indoor pero en lugar de subirte a una bici, se hace en una cinta de correr pero con una cierta inclinación.

Su nombre es Striding (caminando a zancadas en inglés) y con esta nueva modalidad de fitness en clases dirigidas trabajarás las piernas, los glúteos, cuádriceps, isquiotibiales y espalda baja. ¿Dispuest@ hacer camino al andar?

Striding

Es como hacer trekking pero sin paisaje, bueno, al menos sin naturaleza, el paisaje y la fauna y flora de los gimnasios puede llegar a ser muy entretenida. El Striding se realiza sobre una cinta de andar movida por inercia biomecánica, es decir, la cinta se mueve gracias a la acción de las piernas, no necesita electricidad. Y por supuesto, siempre al ritmo de la música para ponerle un poco de marcha al asunto.

Entre sus beneficios, ganarás equilibrio y estabilidad, pero también tonificación muscular en zonas como el abdomen y la parte baja de la espalda y fortalecerás la columna vertebral.

En cada sesión de una hora se pueden quemar hasta 600 calorías y conseguirás mejorar tu postura. Combina al mismo tiempo un trabajo aeróbico con tonificación muscular.

Aunque el trabajo se centra sobre todo en el tronco inferior, el objetivo es mejorar la forma física de todo el cuerpo. Por eso, en una sesión de Striding también se realizan ejercicios de resistencia corporal y trabajo con mancuernas para trabajar el tronco superior.

Dónde: en los centros O2 Centro Wellness.