Lavanda, suena a limpio, y no es casual, su propio nombre lo dice. La palabra ‘lavanda’ (lavándula en latín) procede del verbo ‘lavare’, que significa ‘lavar’. Los egipcios untaban los lienzos con que momificaban a los muertos con aceite de lavanda. Y en la Antigua Grecia, en Roma y Persia la lavanda se utilizaba para perfumar los baños y cuidar la ropa.

A partir del siglo XII se extendió por toda Europa su uso como aromatizante, se usaba para el aseo y la belleza. Y ya en la Edad Media, comenzó a utilizarse en facultades de medicina y farmacia, además, la lavanda tenía una ventaja sobre otras hierbas medicinales: se podía encontrar fácilmente y crecía de manera salvaje. En esta época también se usaba por sus propiedades desinfectantes, esparcían y restregaban lavanda en los suelos.

Tiene numerosas propiedades pero, es que además, ¡huele tan bien! En mi casa siempre se han hecho saquitos de lavanda para perfumar cajones y armarios. Algo que se viene haciendo ‘toda la vida’ y no sólo por el extraordinario aroma, sino porque también tiene propiedades repelentes para ahuyentar polillas y otros insectos.

Y si hablamos del aceite esencial de lavanda, en la mayoría de los casos, los aceites esenciales deben ser diluidos en un aceite vehicular para los tratamientos o masajes porque si no pueden producir, efectos no deseados. Pero el aceite destilado de lavándula es uno de los pocos que pueden utilizarse puros sobre la piel -eso sí, mucho cuidado siempre con los aceites esenciales y con las dosis-.  Es cicatrizante, desinfectante, alivia picaduras de avispa, es analgésico en general –es bueno para los dolores de espalda-. Utilizado como aromatizante es relajante y tranquilizante, ayuda contra el insomnio, los mareos, el nerviosismo, el mal humor

Hoy os traigo algunas sugerencias cosméticas naturales de lavanda para despertar vuestros sentidos.

Cofre de lavanda de Weleda

Imagen cortesía de Weleda

Weleda ha creado, pensando en los regalos navideños, unos cofres que aúnan belleza, cuidado y bienestar. Por sus propiedades relajantes ha elegido la lavanda para crear un set para que encuentres la calma después de un día ajetreado con un buen baño.

Contiene un Baño Relajante de Lavanda (200 ml.) con aceites esenciales naturales de lavanda, y una vela perfumada natural con aroma de lavanda de 12 horas de duración.

Todo ello en una caja de papel ecológico, que se abre simulando los pétalos de una flor. Junto al de lavanda, también encontrarás dos cofres más, uno con productos de rosa mosqueta y otro con el espino amarillo como protagonista.

Precio: 13,15 euros.

Si hay una lavanda especialmente apreciada es la de la Provenza, allí existe, incluso, un Museo de la Lavanda donde conocer más en profundidad esta aromática planta. Y en la Provenza encuentra sus ingredientes L’Occitane, que tiene toda una gama de productos de lavanda. A mí me gusta especialmente su Jabón Perfumado de Lavanda, un jabón de origen vegetal, a base de lavanda, que limpia con suavidad y perfuma las manos y el cuerpo. No es irritante y pueden utilizarlo toda la familia.

Precio: 5 euros.

Imagen cortesía de Alqvimia

A base de aceites esenciales de lavanda y aceite de almendras, limón, naranja y romero, el Aceite Corporal Relajante de Lavanda de Alqvimia es una aceite dermoprotector, especialmente indicado para calmar las reacciones cutáneas derivadas de desequilibrios corporales (problemas de alergia, picores, dermatitis…). Relaja a nivel emocional y es perfecto antes de cualquier tratamiento basado en polaridad energética o en reequilibrio de chakras.

En la misma gama de lavanda, encontrarás agua de colonia y gel de baño.

Precio: 42,35 euros / 150 ml.

Y de nuevo viajamos al sur de Francia, Provence et Nature es una firma francesa, con certificado Cosmebio, que fabrica perfumes 100% naturales y ecológicos, muy bien logrados y con aromas fantásticos.

Su Eau de Toilette Lavande Vraie, es una fragancia natural que no contiene ingredientes sintéticos y tóxicos para la salud como son los ftalates, los perfumes sintéticos, fijadores sintéticos y petroquímicos.

Podrás encontrarla en la tienda de cosmética ecológica Pretty Good (Plaza San Miguel, 5, Madrid) y en su tienda online (www.prettygood.es).

Precio: 27,47 euros.

Imagen cortesía de BoMonde

Para acabar, una vela para relajar tus sentidos. Para una tarde de esas de domingo, en las te sientas en el sofá tapada con una manta a leer un buen libro, o a meditar, o simplemente a dejar la mente en blanco y respirar el aroma de la lavanda. Una vela de Carrière Frères Industrie, una marca nacida en 1884 de la tradición de los maestros cereros del siglo XVIII y sus velas fueron premiadas en la Exposición Universal de 1889. Velas fabricadas con materias vegetales, su composición única, fácil de mezclar con el perfume, se obtiene sin parafina ni derivados minerales de la petroquímica.  Perfumes soliflor, inspirados en esencias exóticas e indígenas.

La vela de Lavandula Angustifolia, conocida también como la ‘verdadera lavanda’, es la mejor de las lavandas por la calidad de su aceite esencial. Es purificante y medicinal.

Podrás encontrarlas en BoMonde (Campoamor, 10. Madrid) y en su tienda online.