Pongamos una mueca de sonrisa al futuro, con los labios en brillante rojo. Cualquier cosa menos perder la elegancia ante uno de los múltiples recortes de la vida o de los nuevos gravámenes de Hacienda.

El espectáculo debe continuar…

La ilusión marca el sendero de un Año Nuevo donde la actitud es el primer valor en alza.

¡Feliz 2012!