“La juventud es un estado de ánimo. Es sinónimo de deseo, ganas, curiosidad y, ante todo, la afirmación de una actitud”.

Así lo define una marca que siempre se ha caracterizado por su libertad creativa y su anticonformismo con sed de innovar. Empezando por la moda y continuando por su división de cosmética, ambas estrechamente ligadas.

Su última línea gira en torno a la Glicobiología, una de las diez ciencias que, según el M.I.T (Massachussets Institute of Technology), cambiará la medicina del futuro. Un pasado de cien años de investigación y siete premios Nobel la avalan; su presente se muestra de lo más prometedor.

¿Y qué es la Glicobiología y qué los glicanos? ¿Tienen, ehm, iglesia propia? No, esos son otros, pero estos también manejan sus pequeños rituales.

La cosmética contemporánea exige, prácticamente, un doctorado en Bioquímica. Así que voy a intentar explicártelo por si el término te pilla de nuevas. Y para eso, lo mejor es empezar por el principio.

YSL-Forever-Youth-Liberator-

En el principio, fueron el ADN y la Genómica, la ciencia que estudia el comportamiento de los genes: el primer código de lectura de la vida.

Escasos años más tarde, se descodificaron las proteínas, el segundo código biológico, acotado gracias a la Proteómica.

La Glicómica estudia los azúcares y la comunicación del material de construcción, siendo la ciencia más compleja de la familia de las ‘ómicas’.

Los glicanos están presentes, entre otros, en la superficie de las células, favoreciendo su conexión entre sí.

Gracias a sus “antenas” actúan como llaves vitales capaces de “abrir” las células y asegurar la transmisión de los mensajes regenerativos. Además, inciden sobre una enzima que participa en la calidad de la capa córnea, responsable de la luminosidad y suavidad de la piel.

Sus funciones, pues, se resumen en tres:

-Favorecen la comunicación celular.

-Participan en el matebolismo cutáneo.

Conforman la arquitectura de la piel.

Los glicanos se encuentran en la piel de manera natural, pero disminuyen con el proceso de envejecimiento. Se ha demostrado científicamente esta degradación natural en una piel ya madura, y la mejoría que experimenta al tratarse con un cosmético que los contengan.

Y aquí es donde YSL hace chas y aparece a nuestro lado con Forever Youth Liberator, su nueva línea basada en la Glicobiología y presentada a bloggers el pasado 14 de febrero por Caroline Nègre, su directora científica.

 

El ingrediente clave es el Glycanactif, un complejo de activos patentado por YSL – Skinscience y compuesto únicamente por monosacáridos y 3 glicanos biodisponibles (dos procedentes de árbol y uno de las algas), ya sabéis, las “llaves” para conseguir una piel resplandeciente y con apariencia juvenil.

Según nos aseguró Nègre, refrendado por fotos de los estudios realizados a modo ‘antes y después’, al cabo de un mes de uso de esta nueva línea ‘glicana’, la piel mejora su calidad, lo que se refleja en una visible atenuación de arrugas, luminosidad y tersura en al menos 3 de los 6 signos de envejecimiento contemplados por los expertos de YSL:

-Arrugas en el ceño

-Arrugas en el contorno de ojos

-Arrugas bajo los ojos

-Óvalo inferior del rostro

-Arrugas del contorno de los labios

-Comisuras de los labios

Tener en cuenta estos signos es importante, sobre todo, a la hora de aplicar el producto. Como te decía, esta Iglesia Glicana tiene sus propios rituales y más vale conocerlos y respetarlos para sacar el máximo partido a la tecnología, de paso que una se propina un grato sobeteo, que nunca viene mal.

En breve colgaremos unos tutoriales de aplicación, que a nosotras nos mostraron sobre el rostro de una Marta Español en éxtasis, relajante sólo de verlo.

La línea Forever Youth Liberator de Yves Saint Laurent se compone de:

-Serum 50 ml: 113 euros

-Serum 30ml: 85 euros

Crema de día 50ml: 88 euros

-Nutri Crema 50ml: 88 euros

-Contorno de ojos 15ml: 57 euros

-Mousse limpiadora: 45 euros

Puedes encontrarla en los puntos de venta de El Corte Inglés y, si se desarrolla como debería, pronto gozará de una legión de fieles “Glicanas”. Yo ya me estoy convirtiendo.