Fotos cortesía Dehesa Extremadura

Según diversos estudios cada vez nos alejamos más de la dieta mediterránea y adoptamos unos hábitos alimenticios muy poco sanos. La buena noticia es que hay alimentos, que muchas de vosotras desterrábais de vuestra dieta, que resulta que son sanísimos, como el jamón ibérico de bellota.

Por lo visto, diversos estudios realizados por el Dr. Avelino Ortiz, Jefe de Servicio de Medicina Interna de Hospital Perpetuo Socorro (Badajoz), concluyen que el consumo de jamón disminuye los niveles de colesterol, gracias a los ácidos grasos mono insaturados que contiene. Por lo visto, el ácido oleico que contiene ejerce una acción sobre los vasos sanguíneos que reduce el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Por eso el catedrático de nutrición Grande Covián bromeaba diciendo que: “el cerdo ibérico es como un olivo con patas”.


Cerdos ibéricos en la dehesa

A mí el jamón me vuelve loca y es mi gran debilidad, por eso es una alegría saber que es tan sano. Además, el jamón forma parte de nuestra tradición gastronómica y constituye un alimento fundamental de la dieta mediterránea. Pero, evidentemente, no todos los jamones son iguales. En algunas regiones del suroeste de España -fundamentalmente en Extremadura– se desarrolla un tipo de cerdo, el ibérico de bellota, con unas características genéticas y de explotación que lo hacen diferente a los demás.

 

 

Estos cerdos, están sueltos  haciendo ejercicio toda su vida por las dehesas extremeñas y se alimentan de bellotas, hierba y pastos naturales. O sea, que no les dan pienso ni ningún otro suplemento alimenticio. Debido a esta vida saludable y feliz, el jamón ibérico de bellota tiene gran cantidad de hierro, calcio y vitamina D, fundamental para el crecimiento y el fortalecimiento de los huesos, y es un excelente antioxidante. ¡Además de exquisito es saludable! ¿Qué más se puede pedir?

Así es que ya lo sabes a la hora de ir a la tienda: El jamón ibérico de bellota es el mejor y es el más cardiosaludable de todos. A la cola estaría el de ibérico de cebo en intensividad porque esos cerdos se crían recluídos en cebaderos, sin nada de actividad física, ni de bellotas y además el contenido de colesterol en su carne es mucho más alto, debido a esa triste vida. Lo de siempre, el jamón bueno, o sea, el caro, siempre es mucho mejor.

Y, de vez en cuando, en vez de tomar el jamón en tapas, el Dr.Ortiz  recomienda una ración de 100 gramos semanales a la hora de comer y como sustituto de otras carnes rojas. Es mucho más saludable.