¿Has hecho alguna vez la cuenta de lo que te gastas al año en cosméticos? A lo mejor prefieres evitarlo para no llevarte un susto de muerte. Ya que una parte de tu presupuesto –que tu trabajo te cuesta ganar- va destinado a mejorar tu piel, a comprar esas cremas y maquillajes que consiguen que te veas mejor cuando te pones delante del espejo, supongo que todo lo que puedas hacer por rentabilizar tus adquisiciones cosméticas, será bienvenido, ¿no?

Por eso, me he propuesto darte algunos trucos y consejos para que la cosmética sea un poco más efectiva, pequeños gestos que no te cambiarán la vida ni te devolverán la piel que tenías cuando eras una niña, pero que maximizarán el efecto de los productos que usas en tus cuidados diarios. Convéncete de que por muy caro que sea el sérum o la crema que utilices, si fallas en determinados gestos cotidianos, será en cierto modo dinero tirado a la basura.


1. Limpia tu piel. De nada o de poco sirve aplicarte por la noche, antes de acostarte, la crema ‘ultra-mega-cara’ si antes no has limpiado bien tu rostro. Retira tu maquillaje, limpia el rostro y aplica el tónico, entonces sí será el momento de aplicar tu sérum y tu crema. Este es un paso fundamental para que la crema de noche haga su trabajo. Y lo mismo a la mañana siguiente para aplicar tu crema de día -siempre con factor de protección, eso es innegociable-.

2. Exfolia tu piel, las células muertas que se quedan sobre la epidermis se convierten en una barrera, en un impedimento para que tus cosméticos puedan penetrar. Es recomendable hacerlo de una a tres veces por semana y elige un exfoliante suave porque los que son demasiado agresivos pueden resecar en exceso la piel. Y no hablo sólo de la cara, también del cuerpo, aunque centres más tus cuidados en el cutis, el efecto de hidratantes, anticelulíticos o reductores será menor si tienes a tus células muertas ‘tapando la calle para que no pase nadie’. No es que hagan que sea impenetrable, pero cuantos menos impedimentos pongamos, mejor. Una piel perfectamente exfoliada es también imprescindible a la hora de aplicar autobronceador para que el resultado sea regular.

3. ¡En orden!, lo que apliques en primer lugar penetrará mejor. Por eso, si estás luchando contra varios frentes al mismo tiempo: arrugas, manchas…, es más recomendable que apliques uno por la mañana y otro por la noche, con la piel limpia, para garantizar el cien por cien de eficacia de ambos. Siempre primero el que quieres que haga mejor su función, la única excepción son los retinoides, que pueden ser muy irritantes si se aplican directamente sobre la piel, especialmente para las mujeres con piel sensible. También aumentarás la eficacia si aplicas desde menos denso a más denso, por ejemplo, primero el suero –seguro que ya lo haces así-, dejando los más espesos para el final.

 

4. Para hidratar bien la piel, los dermatólogos recomiendan que ésta esté húmeda -no mojada-, de esta manera aseguras una correcta absorción.

5. Cuando se trata de maquillaje, tus mejores aliados serán los que ahora se llaman productos booster –que significa amplificador, estimulante- esos que ayudarán a fijar tu base de maquillaje o las sombras de ojos. Primer que crearán una barrera protectora entre tu piel y el maquillaje. También encontrarás las que protegen tus uñas de los esmaltes y evitan que se amarilleen: rellenadores con vitaminas, calcio, algas o pantenol.

6. Atenta a la caducidad, aunque normalmente no figura una fecha concreta, sino que en el frasco te indican, cuánto dura una vez abierto. Es cierto que generalmente los cosméticos no suelen durarnos demasiado, nunca sobrepasamos su fecha de caducidad, pero presta atención a ésta. La excepción suelen ser los solares –haz el ejercicio, mira en tu baño a ver cuantos tienes del verano pasado y sé sincera, ¿sueles gastarlos aunque lleven un año abiertos?- y el maquillaje –los productos que no utilizas a diario pueden llevar años entre tu maquillaje-.

7. La forma de aplicación también cuenta. Si estás utilizando una crema antiarrugas, extiéndela sobre tu rostro a conciencia y para ello debes tener en cuenta la dirección de la arruga. En la frente, las arrugas más frecuentes suelen ser horizontales, por eso extiende la crema en sentido vertical y de manera ascendente, empezando por la línea de las ceja. Con el entrecejo sucede lo mismo, desde la mitad hacia arriba. En los pómulos, aplícala en movimientos circulares y ascendentes desde la parte inferior del pómulo y hacia las sienes. En la parte superior del labio, en horizontal desde el centro hacia la derecha y después del centro a la izquierda. En la barbilla movimientos circulares ascendentes desde el centro y hacia afuera repitiendo a derecha e izquierda. Y por último en el cuello -muy importante para luchar contra la temida papada-, con movimientos verticales hacia abajo. El contorno de ojos debe aplicarse desde el interior al exterior con pequeños golpecitos.

Y lo mismo sucede con las cremas reductoras y anticelulíticas para el cuerpo, si las aplicas con movimientos circulares enérgicos y ascendentes, el resultado será mejor.

8. La noche es la gran aliada de la belleza. Si centras todos tus esfuerzos en los cosméticos que aplicas por la mañana y te olvidas de la noche, estarás tirando el dinero. Durante la noche la piel se recupera de los daños sufridos durante el día, repara los tejidos y se regenera, por eso los cosméticos que aplicamos antes de acostarnos tienen mejores resultados.

9. Lleva una alimentación equilibrada y saludable, evitar el alcohol y el tabaco mejorarán enormemente el aspecto de tu piel

10. No dejes de leer las etiquetas, allí encontrarás información de utilidad sobre el modo de empleo.

¿Tú tienes algún otro truco?