¿Te has fijado en cómo respiran los bebés y los niños? Realizan inhalaciones plenas, profundas, en las que se ve cómo se llena hasta el último rincón de su abdomen. Esta es la manera natural de respirar, que vamos perdiendo con el paso del tiempo y el aumento del ritmo de vida/estrés.

Una incorrecta respiración no es cuestión baladí. Se relaciona directamente con cuadros de ansiedad, depresión, fatiga, insomnio, trastornos digestivos, aumento del riesgo cardiovascular… Todo lo que no apetece padecer y que en algunos casos puede solucionarse o mejorar con algo tan sencillo como tomarse el tiempo de alimentar las castigadas células con rico oxígeno bien conducido.

Por fortuna, y como todo, el camino desaprendido puede volver a aprenderse.
¿Cómo?

 

Mediante técnicas de biofeedback, se puede analizar, entrenar y corregir las incorrecciones, consiguiendo que el cerebro adquiera de forma innata el hábito de realizar una buena respiración.


Esta técnica que desarrolla la empresa Nascia con métodos no invasivos, consiste en visualizar nuestra propia respiración mediante unas pantallas que controlan los factores básicos para una adecuada respiración. Si vemos cómo respiramos, seremos capaces de corregir las posibles disfunciones o errores que realizamos al inhalar y exhalar el aire.

En un primer momento el método mide el número de respiraciones por minuto que realizamos, lo que se denomina “tasa respiratoria”. Debido al actual ritmo de vida, este número es más elevado, originando una tendencia a la hiperventilación y a respirar más veces de las necesarias. Ello supone un sobreesfuerzo para nuestro organismo que acaba ocasionando cuadros de cansancio excesivo, fatiga e insomnio.
Seguidamente se evalúa la amplitud de la respiración, que consiste en la cantidad de aire inhalado. En una respiración errónea se realizan múltiples patrones de inhalación-exhalación, en lugar de una respiración profunda y completa.

Además se altera el equilibrio necesario en la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono y el pH de la sangre. Asimismo, la amplitud es un factor clave para evitar procesos como las crisis agudas de ansiedad o los ataques de pánico.

Una tercera fase se centra en la adecuada movilización de la caja torácica para atajar posibles molestias desde el punto de vista muscular. Al respirar torácicamente, estamos sobrecargando y contrayendo en exceso el pecho y los hombros, lo que provoca contracturas, lesiones y tensión muscular.
Por último, se entrena la coherencia cardiaca, mediante técnicas que permiten adecuar la regularidad de los latidos del corazón y obtener numerosos efectos beneficiosos para la salud, evitando el sobreesfuerzo cardíaco y reduciendo los riesgos de accidentes cardiovasculares.
Siguiendo y entrenando con este método y en pocas sesiones se consigue una mejora objetiva de la respiración diafragmática. La adquisición de habilidades de control de la respiración es reforzada y generalizada, es decir, aplicable a nuestra vida diaria para siempre.
Nascia aplica esta técnica garantizando una importante mejoría desde la primera sesión de entrenamiento. Mediante la visualización de los gráficos de las ondas de respiración en tiempo real, se asegura un aprendizaje que es interiorizado por el cerebro. De esta manera el organismo será capaz de activar los mecanismos necesarios para volver a disfrutar de una respiración saludable y correcta.
Te invito a que eches un vistazo a la técnica en el vídeo. Si te interesa profundizar en el tema, Nascia está en la calle Sor Ángela de la Cruz, nº 8