¿A que te suena haber oído alguna vez, en boca de futbolistas, esa especie de mito sobre paternalistas conversaciones de entrenadores que recomiendan la abstinencia sexual antes de un partido importante?
Pues, según la nota de prensa que tengo ante mis romanas narices, no es cierto.
“Son muchos los entrenadores que creen que el hecho de no permitir tener sexo a los deportistas motiva y los hace más competitivos, logrando mejores resultados”, afirma Marta Abril, relaciones externas de la franquicia española SexPlace.
Sin embargo, en las Olimpiadas de Londres actualmente en curso como todos sabéis, la organización repartió más de 150.000 preservativos entre los 10.500 deportistas. Sexo y deporte de élite no son excluyentes, revelación que intuía y que me alivia, que a bastantes privaciones se someten ya estas criaturas.
Desde SexPlace matizan este asunto: “Son muchos los deportistas olímpicos que se han pronunciado en los últimos días sobre este tema. El último el medallista olímpico americano Ryan Lochte, que afirma que entre el 70 y el 75% tiene relaciones sexuales”.
La explicación es sencilla y contradice a cualquier entrenador preocupado: el sexo antes del deporte no afecta a la fuerza ni a la resistencia, sino que mejora la necesaria relajación (mental) del deportista. Además, con la excitación el cuerpo libera testosterona, hormona determinante en el rendimiento deportivo.
Y es que no hay nada como estar en forma.