Al mal tiempo, un maquillaje que de mucho miedo, para que los malos rollos se asusten y salgan corriendo. No hace falta dinero para disfrutar de Halloween. La noche de los difuntos o de los muertos vivientes se acerca y mientras estemos vivos y tengamos un poco de imaginación, nada puede impedirnos celebrar esta fiesta: nuestra propia casa, amigos y ganas de divertirse, el gasto puede ser mínimo. ¡Que empiece la noche de brujas, hechizos y conjuros!

No tendrás que preocuparte demasiado por el disfraz si consigues centrar la atención en el maquillaje. Puede ser tan elaborado como te atrevas y como tu destreza con los pinceles te permita.

Antes de empezar con tu particular y terrorífica obra de arte aplica una buena hidratante en tu piel y una prebase que hará que tu maquillaje dure más y evitará que las pinturas te estropeen la piel.

Puedes utilizar tu propio maquillaje, seguro que sacas provecho a tu lápiz de ojos, a las sombras más oscuras, a esa sombra blanca que casi nunca utilizas y a los labiales rojos, morados o violetas. Pero si quieres que el acabado sea más profesional e impactante, puedes acercarte a una tienda donde vendan maquillaje teatral y de caracterización, podéis comprarlo entre varios -por eso del ahorro- y haceros el maquillaje juntos, que un poco de ayuda nunca viene mal. Allí encontrarás todo lo que necesitas para un maquillaje de miedo, incluido látex para hacer cicatrices. Aunque como ves en el segundo vídeo, puedes utilizar cola blanca o latex líquido y papel higiénico para conseguir un resultado que dejará pasamado a más de uno.

Y tres cosas importantes, compra pinceles de usar y tirar si vas a utilizar productos de caracterización para no estropear los tuyos; ensaya antes, no es muy recomendable poner a prueba tu destreza con el maquillaje de Halloween la misma noche; y por supuesto, por muy tarde que llegues a casa, desmaquíllate para que tu piel pueda respirar después de tanto susto.

¿Truco o trato?