Para una firma, el perfume supone un importante paso más hacia su consagración definitiva.
El aroma define y concreta su imagen; y supone para el consumidor una manera asequible de poseer “algo” con la deseada etiqueta.
Tras el arrollador éxito de su reciente colaboración con H&M (inciso: ¿alguien ha llegado a pillar cacho de alguna de estas colaboraciones de luxe? ¿Siquiera un pañuelo? Cuando yo me dejo caer ya no queda nada), la firma italiana embotella la esencia de Marni para todos los allegados y simpatizantes de la casa.
“Es para una mujer que se viste para sí, que no sigue las tendencias pero es sofisticada y un poco excéntrica”, afirma Consuelo Castiglioni, directora creativa de Marni.
La sensibilidad poco convencional de Castiglioni está presente incluso en el diseño del frasco, inspirado en uno que descubrió en un mercadillo hace 20 años.
La diseñadora lo describe así: “Es tradicional y atemporal, como las prendas que hacemos, que se pueden llevar durante varios años. Pienso que el frasco refleja nuestro concepto.”
El detalle para fans son los polka dots (lunares con un patrón consistente) que puntean todo el frasco, una idea presente en la moda de Marni (me voy a poner en plan maya para vaticinar que 2013 será un año ‘muy lunar’)
El perfume, que se lanzará en febrero, es una mezcla de aromas de madera, especias y aceite de rosa, y vendrá acompañado de una línea de baño.
La imagen de la campaña es la modelo Rachel Zimmermann.