Bill Brandt

Bill Brandt

Me ducho, me lavo la cara, después el tónico, a continuación mi contorno de ojos, después la vitamina C, el sérum, luego mi crema diaria, un factor de protección, mi reductor de poros, el maquillaje –aquí no entro en detalles porque me ocuparía varios párrafos, ya tenemos hasta máscara de pestañas específica para las pestañas inferiores-… Y yo me pregunto, con tantas capas, mi cara pesará por lo menos medio kilo más, ya decía yo que últimamente me costaba más trabajo caminar recta…

¿Cuánto dinero tienes sobre la repisa de tu baño? Nos gusta cuidarnos –a mí la primera, claro- y la única forma de ganar unas horas al inevitable envejecimiento cutáneo es seguir una rutina de belleza diaria y constante, pero tampoco podemos volvernos locas y dedicar todo el sueldo y toda la mañana a aplicar una crema tras otra. Yo estoy quitando fases a mi rutina diaria y he eliminado, por ejemplo, el reductor de poros porque, qué queréis que os diga, después de probar varios, no obtengo los resultados que me gustarían o que prometen. ¿A ti te funcionan?

Así que quiero compartir con vosotras las rutinas necesarias para mantener los poros a raya, no conseguirás que se cierren para siempre, porque eso es imposible, pero sí que reduzcan su tamaño, el mismo resultado que con un producto específico, el único secreto es ser constante.

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Como portadora de una piel mixta con tendencia grasa tengo los poros abiertos, pero no es lo único que influye, en otros casos es también una cuestión genética, además influyen determinados hábitos –es una de las consecuencias sobre la piel de ser fumador y de una falta de limpieza del cutis– y la edad, a medida que pasan los años, la piel pierde elasticidad y firmeza y los poros se abren.

La clave está en la limpieza, tiene que ser diaria: la suciedad del  maquillaje, polución y exceso de cremas pueden dilatar aún más el poro. Pero sin pasarte, no optes por productos muy agresivos porque pueden conseguir el efecto contrario y provocar más grasa. Tienen que ser productos suaves y seboreguladores. Después, utiliza un tónico astringente que te cierre los poros y a continuación ya puedes aplicar la crema, ligera si tienes la piel mixta o grasa. Igual que el maquillaje, primero para que no ensucien más el poro de la cuenta y segundo, para que lo cubran mejor, las espesas marcan más el poro. Además, tanto si utilizas brocha, esponja o los propios dedos, que estén bien limpios para evitar más suciedad sobre tu piel.

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Una vez a la semana, o dos si tu piel requiere más cuidado, tendrás que acometer una limpieza más profunda, con exfoliante. Después puedes aplicar una mascarilla de arcilla o realizar una casera con limón, un astringente perfecto –puedes aplicar simplemente el limón mezclado con agua con un algodón sobre la cara y dejarlo actuar, o hacer una mascarilla mezclando limón, yogur y manzana rallada-.

Y una vez al mes o cada dos meses, tendrás que hacer una extracción de los puntos negros. La suciedad acumulada en los poros dilatados es lo que les hace tener peor aspecto. Puedes optar por que te la hagan, pero también puedes hacértela en casa, después de la ducha, que la piel está más dilatada, realiza la extracción de los puntos negros ayudándote de unos cleenex o utilizando unos guantes de tela, para no estropear la piel ni hacerte heridas. Después, desinfecta buen la zona, puedes utilizar, por ejemplo, aceite de árbol de té.

Desde el interior también puedes contribuir bebiendo mucha agua y siguiendo una dieta sana baja en grasas. ¿Cuál es tu truco?