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En Belleza Pura apostamos por la salud con mayúsculas y también por la sexual. Como bien recuerdan desde la Asociación Española para la Salud Sexual, el amor es bueno para la salud y una vida sexual activa repercute en la calidad de vida del individuo, sea cual sea su edad y su condición física y psicológica. Por eso es importante acabar con los tabúes y buscar ayuda cuando se tiene cualquier problema que impida tener unas relaciones sexuales satisfactorias y echar mano sin complejos de las herramientas de ayuda que existen. Es el caso de los lubricantes, necesarios ante ciertas dificultades sexuales o simplemente para mejorar las relaciones, pero también es importante conocer que existen distintos tipos y que debes tener en cuenta una serie de factores a la hora de elegir. ¿Lo sabías?

Foto de Michael Magin

Foto de Michael Magin

Desde Dolce Love -especialistas en reuniones de tuppersex, www.dolcelove.es– insisten en que el primer factor que influye en la elección es el método anticonceptivo que se utiliza: si usas preservativo, asegúrate de utilizar un lubricante con base de agua, que respete el látex o el material del que esté fabricado. Existen métodos hormonales en los que también puede interferir el componente de algunos productos para la lubricación.

Si estás buscando quedarte embarazada, cuidado porque el lubricante puede estar impidiéndolo. Algunos hacen que los espermatozoides mueran, o se muevan con dificultad, así que necesitarás aquellos que favorezcan la fertilidad.

También debes andar con cuidado si eres propensa a sufrir candidiasis o infección por otros hongos. Vigila, por ejemplo, que si es de sabores no contenga azúcar porque el azúcar sirve de alimento a los hongos de todo tipo, y a determinadas bacterias, y puede provocar una mayor propensión a padecer infecciones por estos microbios.

Si vas a tener sexo anal y no acabas de disfrutar de esta práctica porque te causa molestias, es importante saber que existen lubricantes con sedante para relajar los esfínteres anales y disminuir esas molestias.

Y la última recomendación, pero no menos importante, es que intentes utilizar los de composición isosmolar, tienen la misma cantidad de sales y minerales que las células y mantienen su hidratación. Por el contrario, los hiperosmolares hacen que las células pierdan agua y por tanto, provocan sequedad.