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El sujetador es la prenda femenina que con más frecuencia se ve involucrada en leyendas urbanas varias. Se ha escrito mucho sobre ellos y la última de las polémicas la protagoniza el profesor Jean-Denis Rouillon del centro médico de investigación CHT de Besançon, en Francia, que ha presentado un estudio que cuestiona su utilidad. La investigación se basa en los datos tomados durante los últimos 15 años a 330 mujeres, a las que se les ha medido el pecho “meticulosamente”. Rouillon afirma que los resultados preliminares muestran que el hecho de llevar sujetador no implica que los pechos se mantengan en su sitio y no se caigan. Todo lo contrario.

Aunque el médico ha declarado que se trata de “resultados preliminares“, ya que el estudio se ha realizado a un grupo de mujeres que no representan a la población general, insiste en que “desde el punto de vista médico, fisiológico y anatómico los pechos no tienen por qué beneficiarse de estar sujetos por una tela”. “El uso de sujetadores puede provocar que los tejidos que se encargan de sostener los pechos no realicen su función, y por lo tanto, se caigan antes”, sostiene.

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Ya son muchas las voces que desacreditan este estudio, el médico especialista en medicina estética Juan Antonio Mira -de la clínica Doctor Miracalifica las afirmaciones del medico francés de “carentes de fundamento” y falsas tanto a nivel teórico, como práctico. Para el doctor 300 pacientes no son suficientes para llegar a conclusiones fiables. Sostiene que no se puede afirmar que con sujetador el músculo del pecho no trabaja porque el pecho no tiene músculo que lo sujete por lo tanto no se puede “ tonificar”, por el ejercicio activo, ni “atrofiar” por la sujeción pasiva.

Para Juan Antonio Mira la caída del pecho en una mujer esta directamente relacionado con: su genética, herencia familiar, peso excesivo y los hábitos personales de cada una. En este último caso influye más sobre la tonicidad de la piel, que sobre la glándula en sí. Y basa sus afirmaciones en más de 4.000 estudios realizados en mujeres a lo largo de 38 años de trayectoria profesional.

Polémicas aparte lo que sí debería preocuparnos y ocuparnos es elegir la talla que nos corresponde. En este mundo globalizado, en el que ya no te asesoran en la mercería de toda la vida y el servicio de lencería es autoservicio, nos situamos ante unas cifras un poco preocupantes. Según las encuestas realizadas los últimos años, más de un 70% de las mujeres emplea una talla de sujetador inadecuada. No utilizar la talla correspondiente puede ser causa de molestias, dolores e incluso de la formación de endurecimientos que pueden confundirse con tumores. Pero en ningún caso hay riesgo de que produzca cáncer de mama.

Debes saber que la cifra -80, 90 o 100- hace referencia al contorno, y la letra de menor a mayor -A, B, C O D- indica la copa, que mide el volumen del pecho desde el pezón. Con estas premisas, el sujetador debe quedar perfecto con el cierre flojo, ajustándolo con facilidad en la posición central. Si te deja marcas será demasiado pequeño y si te lo puedes quitar sin desabrocharlo, grande. Los aros deben permanecer planos sin clavarse en el medio.