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La magia no existe, ¿o sí? A los hilos que nos han presentado esta semana en la Clínica Menorca los llaman mágicos, porque no se ven y porque se reabsorben. Esta nueva técnica, rápida y prácticamente indolora, se vale de unos hilos quirúrgicos para estimular los tejidos, creando colágeno y fibroblastos, con la finalidad de corregir la flacidez del rostro.

Los protagonistas son unos hilos quirúrgicos que se utilizan en cirugía cardiaca para coser arterias y venas. Aplicados en estética, tienen un efecto tensor, reafirmante y redensificante.

Un caso práctico. Han dejado las agujas para que se vea claro, pero el médico conforme va poniendo cada hilo, saca la aguja

Un caso práctico. Han dejado las agujas para que se vea claro, pero el médico conforme va poniendo cada hilo, saca la aguja

La cosa es sencilla. Una vez seleccionada la zona a tratar el doctor va distribuyendo los hilos con una aguja fina en el tejido subcutáneo, que sirve de guía. Uno a uno va tejiendo una especie de malla, coloca varios hilos en una dirección y otros tantos cruzados en el sentido contrario. Una vez introducidos crean una pequeñísima lesión tisular que pone a trabajar al cuerpo humano y que crea tejido de sorporte de forma natural, alrededor del hilo insertado, produciendo colágeno y fibroblastos. De esta manera tensan y redensifican la piel.

Éstos hilos V-Lift Pro, creados en Japón, están fabricados en Polidioxano y son totalmente compatibles, estériles, reabsorbibles y seguros. Tienen unas pequeñas espículas -con forma de espiga- que les permiten anclarse en el tejido sin necesidad de anclajes ni suturas.

El doctor Ángel Martín nos mostró, in situ cómo es la técnica. Se pone un poco de hielo en la zona, y directamente se van introduciendo los hilos. El número de hilos depende de la zona a tratar: contorno de ojos -alisa la zona de las patas de gallo-, el cuello, la mandíbula baja y alta, el maxilar… La técnica dura menos 20 minutos y a continuación se puede hacer vida normal. Pueden salir pequeños edemas, enrojecimiento o algún hematoma, que desaparecen al poco tiempo.

Los efectos, progresivos y naturales, duran un máximo de un año, los resultados comienzan a notarse a las 3 semanas aunque el punto álgido se produce a los 3 meses.

La Clínica Menorca está en Madrid, en la calle Menorca, 12. Tel.: 902 23 00 23.

Precio: entre 500 y 1.000 euros (dependiendo del número de hilos que haya que poner).