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Seis meses sin el pelo encrespado con Smooth Lock de Redken y mechas en 4D con Chromatics, un paso más en el mundo de los reflejos en color con tintes a medida de tus fantasias. Pero antes de jugar con los colores, lo primero es controlar esos pelos alborotados. Será por el estrés, porque no bebemos agua o por la falta de humedad en las grandes ciudades, pero el caso es que el encrespamiento es un problema que nos tiene secas y no para de aumentar. Redken acaba de presentar en el salón Making of Hair de Madrid una posible solución: Smooth Lock, Easy Brush; al menos  seis meses garantizados sin pelos electrizados. Seis meses durante los que la marca te promete que tendrás un pelo mucho más fácil de peinar. ¿Cuál es esta vez el secreto? Sobre todo la cisteína, un aminoácido que suaviza la estructura capilar y otro termo activo que consigue formar una barrera anti humedad alrededor del cabello. Se supone que así se eliminan la falta de elasticidad y la electricidad estática, que son los ‘malotes’ del encrespamiento.

Activator - paso 1


La verdad es que el pelo queda mucho más manejable después de la aplicación. Se nota que se le puede domar y que, al no ser un alisado permanente, se pueden marcar desde unas ondas suaves hasta unos rizos definidos. El tratamiento se puede repetir hasta una vez al mes y la línea consta de cinco productos: champú, acondicionador, un tratamiento intensivo con aclarado, una crema sin aclarado y protector suavizante. Precio: Entre 16,45 y 20, 45 euros.

 

Redken también presentó una vuelta de tuerca más de las mechas californianas, instaladas hace mucho tiempo pero cuidadito con quien te las aplica si no quieres echar a perder tu melena. La nueva tendencia de color se llama Ombré lights y no contiene amoníaco. La novedad es que, además de darle color, trata el pelo, lo fortifica y le da un curioso efecto 4D. El resultado son mechas californianas o degradados de color, tan de moda, que mezclan colores que no tienen nada que ver. Desde tonos pastel hasta cabellos con las puntas coloreadas en rosa. O por qué no jugar a lo contrario, a oscurecer las puntas más que la raíz y los medios. Es cuestión de atreverse y dejar que el color se te suba a la cabeza.