Estoy en fase de cabello creciente, ese periodo entre el pelo corto y el semi-corto o la media melena en ascensión a melenón. Momento delicado en el que suelo pasar de la diadema a la goma cuando mis cabellos lo permiten. Qué instante, cuando por fin estirando bien alcanzo a hacerme una coleta o media coleta, más bien coletilla, vamos un kiki en toda regla y sin el permiso de la RAE. Así, cual Bichón Maltés me hallo.
¡Feliz momento en el que me encuentro y además en la playa, con humedad de casi el 100%. Sin duda, el mejor método de conseguir volumen a tutiplén! Sí, demasiado descontrolado.
En realidad, creo que la primavera ha hecho floración en mi cabeza y han surgido rizos por doquier. La goma para el kiriki y el aceite protector solar en spray se han hecho imprescindibles para poner orden en un corto desatado y despeinado por naturaleza propia.
Añoro mi melena y cuando crezca me haré asidua de la coleta o la trenza, y sólo me la soltaré en ocasiones.
Largo, desmelenado o recogido. Tú, de qué eres: ¿suelto, liso o rizado? ¿puntas hacia dentro o hacia fuera? ¿raya en medio o a un lado, y siempre en el mismo lado?
Las conversaciones sobre el pelo me aburren fuera del contexto de blog. Y eso que no hemos entrado en colores: rubias, morenas y pelirrojas o en el apasionate mundo del tinte y la coloración capilar. Ni hablar tampoco de la peligrosa longitud de los flequillos a bang.
En el tránsito del corto al largo melena, etapa volante previa a la media melena, entre el bob y el arapahoe – mullet.
¿Mis puntas? Bien, pero tal vez a la vuelta necesite un repasito. De tinte seguro que sí.
angeles dice:
Rmaria Camacho 
Beatriz Peña 
Ines 
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