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¿Estás embarazada? ¿Haces ejercicio? Si ya lo hacías antes, lo más habitual es que hayas continuado con tu actividad física, adaptándola a las nuevas necesidades de esta etapa. Hay un ejercicio muy apropiado para el que no es necesario preparación previa y que resulta sumamente beneficioso: la matronatación.

Lo más seguro es que asistas a clases de preparación al parto, donde suelen dedicar un tiempo al ejercicio. Es muy habitual que a medida que la gestación avanza, aparezcan ciertos problemas físicos: lumbalgia, contracturas, ciática un cúmulo de calamidades tan frecuentes como el ardor de estómago. El ejercicio suave pero frecuente te ayudará a superar cualquier molestia corporal.

Nadar y caminar siempre son recomendables. Te lo digo por experiencia, ya es el segundo embarazo en que lo pongo en practica.

Matronatación

Aunque también se utiliza el término matronatación para denominar los ejercicios acuáticos que se realizan para acostumbrar a bebés de corta edad a la natación, por lo general la matronatación se refiere a la gimnasia acuática pensada para las embarazadas. La sensación de ingravidez que obtenemos al estar sumergidas contribuye a facilitar los movimientos del cuerpo en un momento en que desplazar nuestro volumen y peso corporal se vuelve más complicado y pesado que nunca.

Lo cierto es que la adaptación a los nuevos volúmenes corporales se hace de manera sorprendentemente natural teniendo en cuenta la rapidez de los cambios durante el embarazo, pero no deja de ser un esfuerzo para el cuerpo en todos los sentidos: más peso, más volumen de sangre, cambio del punto de gravedad, piel estirada hasta el extremo, órganos desplazados y un largo listado de catástrofes fisiológicas naturales de las que por suerte no somos en absoluto conscientes.

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La fotógrafa Sophie Starzenski a ‘selfie’ por mes de embarazo.

Estamos preparadas para eso, por supuesto. Pero la realidad es que un embarazo es un conjunto de cambios tremendo para cualquier cuerpo. Muy bien orquestados, sí, pero tremendos. En este trance, cuidarnos es fundamental y la natación es uno de los ejercicios que más pueden beneficiarnos. No sólo lo realizamos con menos esfuerzo que otros deportes, por la sensación de ligereza, sino que además nos permite movilizar músculos de todo el cuerpo y fortalecer las zonas que van a verse involucradas en el proceso del parto. Nos ayudará a evitar dolores de espalda, a sentirnos más ágiles y movernos mejor y lo notaremos desde las primeras sesiones.

En mi primer embarazo, comencé las clases de matronatación muy pronto, aproximadamente durante el cuarto mes, cuando empecé a notar molestias en mi ya de por sí maltrecha espalda. Entonces coincidí con unas cuantas chicas más y configuramos un alegre grupo de primíparas enfundadas en idénticos bañadores negros premamá. Uniformadas, como un equipo de natación sincronizado, pero dotado de imponentes barrigas y con menos brillantina. Éramos como la Escuela de Sirenas de Esther Williams, pero con triponcios y andares extraños. Éramos la auténtica e inimitable escuela de ballenas. Y nos divertíamos y nos cansábamos a partes iguales yendo y viniendo por la piscina con diferentes ejercicios, que básicamente consisten en sustentar la natación convencional con elementos de apoyo (pelotas, corchos, churros) para suavizar los ejercicios y que no resulten muy cansados o intensos. Después, nos íbamos a merendar como unas campeonas.

Esther Williams

Parece ser que Esther Williams, además de actriz y nadadora de éxito, fue también una prolífica madre de cuatro hijos, así que probablemente además de en su “Escuela de Sirenas” también estuvo matriculada en nuestra “Escuela de ballenas”.

Ahora que tres años después he vuelto a convertirme en nave nodriza, he regresado a las clases de matronatación, esta vez ya bien entrados los seis meses de embarazo. Será por el descenso de la natalidad, pero soy la única ballena en mi turno, lo que acentúa el carácter de ser peculiar que adquiero a ojos de los musculosos y depilados nadadores de las calles contiguas. Mis dos días semanales en la piscina no son tan divertidos como antes pero no puedo negar que mi espalda y mi forma física en general lo siguen agradeciendo.

¿Voluntarias para un nuevo equipo de gestantes sincronizadas con due date para febrero?

¡Viva la matronatación!