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En plena fiebre runner y a riesgo de que hordas de corredores se me echen encima, me atrevo a afirmar que caminar es mejor que correr, es un deporte para todos los públicos y edades. Andar de forma enérgica, paso a paso y con buen ritmo. Se hace camino al andar, se fortalecen los músculos y el corazón y no se dañan las articulaciones. Power walking o running, esa es la cuestión.

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Muévete, basta con salir a la calle y poner un pie detrás de otro para practicar el ejercicio más económico y eficaz para mantenerse sano. Los beneficios del llamado power walking –mucho más estiloso que el caminar de toda la vida- son los mismos que los de correr pero con la ventaja de que se evitan muchas lesiones. Lo importante es la distancia y no el tiempo en el que se haga.

Caminar a un ritmo adecuado y con buen calzado tres o cuatro veces a la semana fortalece el corazón porque disminuye la tensión arterial y los niveles de colesterol, mejora el sistema inmunitario, previene la diabetes y ayuda a controlar los niveles de azúcar en sangre, tonifica y ayuda a quemar calorías y a mantener activo el metabolismo. Pero además desestresa, mejora el estado de ánimo y se puede practicar en cualquier rincón del mundo.

Si has decidido abandonar el aburrido gimnasio y comenzar a recorrer kilómetros a buen paso, éstos son los consejos de la Fundación Española del Corazón para conseguirlo:

1.La cabeza, siempre erguida, la vista debe fijarse, al menos, 20 metros por delante.
2. Mueve los hombros de una forma natural, libre. La postura para caminar no debe ser rígida, pero es vital que la espalda esté recta y los hombros, relajados.
3. Balancea los brazos de forma no forzada, deben balancearse de forma rítmica y alternativa, adecuándose a la zancada y doblándose por el codo con un ángulo aproximado de 90 grados.
4. Respira con fluidez. Al caminar, respira profunda y rítmicamente para oxigenar mejor el organismo.
5. Mantén la barbilla paralela al suelo, la cabeza tampoco debe estar echada hacia atrás.
6. Aprieta suavemente los glúteos y el estómago. Si ejerces una ligera presión sobre los abdominales y los glúteos fortalecerás más esas zonas.
7. Coloca la pelvis por debajo del torso. De esa manera caminarás más erguido, y no cometas el error de dar zancadas muy largas.
8. Los pies deben ir paralelos uno con el otro. Para que el ejercicio sea efectivo y más descansado, los pies deben mantenerse a la misma distancia que el ancho de los hombros. Usa calzado deportivo ligero y, a la vez, resistente.