En una hipotética reunión de Diana de Gales, Margaret Thatcher y Kate Moss, no hablarían de su adhesión a ciertas costumbres británicas, ni criticarían el estilo de Kate Middleton, ni versarían sobre lo bonito que está El Cielo de las Damas en esta época del año… Entre ellas existe otro tipo de conexión, invisible y fragante: su querencia compartida por el perfume Bluebell, de la centenaria casa Penhaligon´s.

No son las únicas en favoritizar este floral verde y crujiente, unisex según quien lo mire, pero sí las más conocidas entre una legión de adeptas silenciosas desde su creación en 1978. Mil damas de ayer y hoy, y un perfume tan contemporáneo como tradicional.

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Si de algo va sobrada la perfumería de autor, es de coherencia. Mientras el nariz Michael Pickthall recrea un paisaje británico, la lluvia sobre un bosque de jacintos, el frasco rinde homenaje al diseño victoriano y, si invitáramos a opinar a quien nada supiera de la casa, lo situaría enseguida en el terreno de la perfumería artesana y con fundamento.

Las notas no pueden ser más evocadoras –casi pavlovianas para ésta que suscribe y que adora una flor-: jacinto, lirio del valle, ciclamen, rosa, gálvano y jazmín sobre fondo de clavo y canela. Un espacio casi mágico que bien podría formar parte del jardín de Alicia en el País de las Maravillas. O de algún otro que sólo exista en la imaginación.

Y, ya en tierra firme, podrás encontrarlo en El Corte Inglés y en perfumerías especializadas.

Precio: 100ml / 115 euros.