Mil caras tiene la modelo barra actriz Cara Delevingne, y todas exquisitamente publicitadas y millonarias. El rostro fetiche de los últimos tiempos, digna sucesora mediática de Kate Moss, hace chas y aparece a nuestro lado en dos nuevas campañas aparentemente reñidas. O quizá complementarias, la señora consumidora verá y proveerá. Esta temporada, Rimmel London e YSL blanden sus más-caras (de pestañas) con la gran Cara, y se baten en duelo donde una marca se lo juega todo: en los lineales de las tiendas. Un solo rostro para el mismo producto, ¿qué firma se llevará el gato al agua? Pues quizá la menos cara con Cara dando la cara, después de todo…

Hace escasas semanas, te hablamos de las impactantes máscaras en textura vinilo de YSL, con Cara de bandera e ideadas para colorear la pestaña con donosura hasta el fin de la noche. Un producto atractivo y muy de beauty-addict que arranca suspiros desde su primera aparición en las redes sociales, donde la Influencer-que-abochorna-a-las-influencers acumula la friolera de 36 millones de almas pendientes de sus andanzas.

mascaras-cara-ysl-rimmel-2

 

Pero Rimmel tampoco es manca, y si hay que adaptarse a los tiempos, tecnologías y generaciones, lo hace. El anuncio de esta colaboración se divulgó de un modo muy especial: a través de Snapchat, la red cuyo efímero contenido se esfuma en cuestión de horas. Para hacer aún más inmediato, único y próximo este encuentro, la propia Cara atendió las mejores preguntas de los seguidores de Rimmel a través de esta aplicación. Un inefable tú a tú con Delevingne bajo el improvisado papel de periodista. ¿Quién no caería rendido?

Así las cosas, servidora se pregunta desde la silla que asiste a su progresiva pérdida de redondez nalgar en qué terminará el lenguaje publicitario. Dónde iremos a parar, como diría alguien que creció con los más modestitos anuncios de Tulipán (cuán anacrónico parece ahora ese avión). Quizá las aplicaciones se queden cortas y nos incrusten a Cara –o a su sucesora- en el hipocampo gracias a una compleja tecnología subliminal, Big Data mediante. Por muy ciencifantástico que sea el futuro, seguro que hay un factor invariable: seguiremos maquillándonos las pestañas. Así que prepara tu arsenal y abre bien los ojos. Lo que nos queda por ver es fascinante.