“Con Flower Beauty he querido empoderar a las mujeres”, declaraba con orgullo Drew Barrymore a WWD. “Además, quería darles las mejores fórmulas. Se merecen ese nivel de calidad, y quería que mi firma se lo ofreciera”. Y todo, a precios realmente asequibles (el labial ronda los 10 euros, para que te hagas una idea). Con esas premisas nacía Flower Beauty en 2013, la etiqueta de maquillaje y fragancias de la bella y simpática (no tengo el placer, pero me da que ha de ser muy salá) actriz Drew Barrymore.

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La firma se vende en exclusiva en Walmart y comprende un colorido natural y similar a los colores de la paleta humana con concesiones a la sofisticación. Sostiene Drew (y yo creo en Su Palabra) que usa este colorido incluso para las alfombras rojas. Así que definitivamente la firma es aspiracional: podrás recrear los looks más vistosos de la actriz. O de otras. O de una misteriosa y carismática mujer de incógnito. ¿Perdona? Sí, el prometedor miniemporio de Drew también se declina en gafas de sol bajo el nombre Flower Eyewear, que insiste en la filosofía de acercar la calidad a los bolsillos más ajustados. Pero esto no es todo: Barrymore planea lanzar un e-commerce y, después, expandirse al resto del mundo. Distribuidores de España –que sé que me leéis-: ya estáis tardando.

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Para concebir su línea de maquillaje, Drew ha realizado un ejercicio de empatía con la clienta. “Ella es una mujer como yo. Creo que tiene buen gusto y aprecia la diferencia entre la calidad y algo hecho sin orden ni concierto. Quiere cosas bonitas que la hagan sentir bien, pero sin dejarse una cantidad ridícula de dinero”.

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No resulta difícil identificarse con ella, obviando minucias biográficas sin importancia. Como gran parte de nosotras, ante todo es una mujer práctica, con los pies en la tierra. “Cuando me veo en una fotografía de estudio me siento bella. Una sensación que no tengo en mi vida diaria. Normalmente soy una madre con sus hijas alrededor, cansada y corriendo de aquí para allá. Esa es la diferencia entre aspiración y sofisticación. Yo no soy sofisticada. He vivido experiencias que pueden serlo, pero mi estilo de vida está arraigado en la realidad. Me encanta la palabra aspiración porque, aunque puede ser realista, es como la mejor versión de ti y de tu vida, y da poder. Cuando te sientes bien contigo misma, proyectas seguridad, poder y alegría”. Palabra de Drew.