Más de la mitad de los españoles confiesa que le sobran kilos. Hay tanta dietas fraudulentas, que sólo hablar de hacer alguna dieta hace que se me ponga el vello de punta. Pero las cifras hablan, el 39,3% de la población española de entre 25 y 64 años padece sobrepeso, según la Sociedad Española de Cardiología. Es hora de pensar qué hacer para no llegar a ese 21,6% de la población que es obesa.

¿Qué hacer? Bajar de peso, claro, pero ¿cómo? Te ayudamos contándote qué es lo que NO TIENES QUE HACER.

dieta

Estamos en verano, te sobran unos kilos y haces el propósito de quitártelos ya mismo. En todos los blogs, los diarios, las revistas, la tele te dicen qué hacer y hay mil y una dietas para bajar peso y llegar a las vacaciones con un tipito envidiable. Nosotras, en Belleza Pura te vamos a contar qué es lo que no tienes que hacer, porque luego nos lamentamos de que esa o aquella dieta no ha servido para nada y has vuelto a coger kilos en nada de tiempo.

NO hagas una dieta sólo de líquidos. Aunque hayamos oído hablar de ellas afirmando que son depurativas, lo único que conseguiremos es una carencias de nutrientes. Este tipo de dietas ofrece un resultado momentáneo pero conllevan un aumento de peso al volver a la alimentación normal. ¿Por qué? Nuestro organismo necesita una serie de nutrientes para poder llevar a cabo las funciones más elementales del día a día. La falta de alguno de ellos puede provocar una disminución de defensas en el organismo, el empeoramiento del estado de la piel, descenso de los niveles de minerales, malestar general, cansancio, etc.

dieta de la alcachofa

 

NO hagas una dieta de sólo algunos alimentos, como la dieta de alcachofa, de la sopa de cebolla o de la fruta porque unos pocos alimentos no nos van a aportar los nutrientes necesarios. La dieta de las proteínas también falla porque no sólo perdemos grasa sino también masa muscular con lo que recuperarás el peso al acabar la dieta ya que el organismo busca recuperar el músculo perdido.

NO comas sólo vegetales. El objetivo de una dieta no es perder peso sino perder grasa y si no comemos una suficiente cantidad de proteínas, sólo conseguiremos que la báscula marque una cifra menor pero a expensas de nuestra masa muscular y de nuestra piel, que se verá flácida. Porque si el organismo no recibe suficientes proteínas las tomará prestadas de nuestro cuerpo y si perdemos peso pero no perdemos grasa nos estamos engañando y en poco tiempo recuperaremos lo perdido. Otra vez el efecto rebote.

pastillas adelgazantes

No existe ninguna pastilla realmente adelgazante.

 

NO tomes pastillas adelgazantes ni diuréticos. El uso de fármacos es peligroso en manos inexpertas y puede causar problemas muy graves en el organismo porque cuando provocamos la salida de líquidos de nuestro organismo, perdemos también micronutrientes básicos para nuestra salud, como sodio, magnesio, vitaminas, calcio, ácidos grasos y, sobre todo, potasio. Este mineral es el responsable de normalizar el equilibrio de agua en el organismo, participa en el mecanismo de contracción y relajación de los músculos, y en su mantenimiento saludable. El doctor José Antonio Casermeiro, secretario de la sección colegiada de médicos de estética de Barcelona, afirma que “no existe ninguna pastilla realmente adelgazante por sí misma que vaya a permitirnos disfrutar de alimentos muy calóricos “.

NO a las dieta milagro. No existen; así, como suena. Una dieta debe concebirla un dietista-nutricionista o un médico que será quien, a la vista de los resultados, estudie qué plan de alimentación necesitas para perder esos kilos de más.

dietas-milagro

Cuidado con las dietas milagro: no existen.

La dieta ideal es aquella que:

– Está controlada por un especialista.

– Está vigilada por una analítica seria.

– Promueve una pérdida selectiva de grasa.

– Procura un estado de bienestar durante y después de la dieta.

– Evita la sensación de hambre.

– Evita el temido efecto rebote.

– Conserva intacta tu masa muscular.

– Consigue que no haya flacidez cutánea tras la pérdida de peso.

– Mantenga los resultados a largo plazo.

Y sobre todo, que te enseñe a comer.

Así que: nada de dietas extremas, ¡cuidate!