Si sueles padecer dolores articulares, probablemente puedas citar de memoria el nombre de varios medicamentos de laboratorio y sus respectivas posologías. Si te cuento que la humilde cúrcuma, esa colorida especia que se añade a un sinfín de platos hindúes, puede proporcionarte el mismo beneficio, quizá pienses que te pido una prueba de fe. Así que mejor hablemos de estudios científicos. Y después, si acaso, invocamos a la diosa cúrcuma.

 

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Empecemos por el principio activo en sí: la curcumina. Bajo esta simpática nomenclatura –casi un apelativo cariñoso para la benjamina de la casa- se esconde un poderoso compuesto de ácidos grasos, minerales, fibras, polipéptidos… Su actividad comprende dos importantes sectores: 1) aporta antioxidantes, 2) tiene un efecto antiinflamatorio. De ahí que goce de la consideración de ‘superalimento’ y se recomiende como preventivo o coadyuvante en diversos tipos de enfermedad en los que la inflamación juega un papel determinante.

Pero hoy queremos centrarnos en las bisagras del organismo, nuestras sufridas articulaciones, así como en los procesos reumáticos y en lo que la cúrcuma puede hacer por ellos. Según un metaanálisis publicado en Pain Medicine –que ofrece una revisión de 8 estudios clínicos sobre la cúrcuma, randomizados, a doble ciego y frente a placebo sobre un total de 606 pacientes), la curcumina es una opción segura y eficaz para el tratamiento de la artrosis y otras inflamaciones articulares. Y todo, sin los posibles efectos secundarios a largo plazo que se derivan de la ingesta de medicamentos antiinflamatorios.

Cúrcuma de Laboratorios Arkopharma. Precio: 12, 90 euros.

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Según este informe, la cúrcuma sería capaz de tratar el dolor crónico (definido como el que persiste más allá de 12 semanas de dolor ininterrumpido), ofreciendo una moderada reducción del dolor en 6 semanas y muy significativa después de 12 en casos de osteoartritis de rodilla, lo que situaría a la especia amarilla al mismo nivel paliativo que el ibuprofeno. Teniendo en cuenta que en nuestro país, y según datos de la SER (Sociedad Española de Reumatología), la mitad de la población adulta mayor de 50 años muestra signos de artrosis de rodilla, resulta interesante proponer alternativas naturales e inocuas a los medicamentos con efectos secundarios probados.

La dosis varía en función  de la intensidad de los síntomas y puede oscilar entre 400-1000 mg/día repartidos en dos tomas, algo muy razonable para añadir en forma de aliño culinario o bien como suplemento. Además de tus articulaciones, tu piel, tu corazón, tu sistema nervioso, tus funciones cognitivas e incluso tu estado anímico te lo agradecerán. Ahora sí: te alabamos, diosa cúrcuma.