A vueltas con el pan integral, el de grano completo y sus farináceos imitadores, los que aglomeran distintas harinas refinadas con un toquecito de salvado que les dé apariencia integral. En lo que al paladar se refiere, no objetaremos salvedad (nótese el juego de palabras): son los gustos de cada quien y hay que respetarlos, al menos en su presencia. El problema surge cuando pretenden engañarnos vendiéndonos un producto por otro. Es ahí cuando emerge la proverbial ira ibérica, más enconada todavía si la estafa afecta al bolsillo.

Moncho López, panadero artesano de la empresa Levadura Madre, desmiga las diferencias entre cada pan para que tengamos claro qué nos llevamos al diente. Y a quien no lo pille… ¡que le den pasteles!

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Para empezar, llamemos al pan, pan. El que quiera denominarse integral deberá contener harina de trigo integral, aunque generalmente sea de harina blanca, salvado y germen en las mismas proporciones que están en el grano. ¡Ojo! No hay que confundir este artefacto con el pan multicereal, elaborado con semillas de diferentes cereales que no tienen por qué ser integrales: puede ser una mezcla de harinas blancas e integrales o incluso harinas refinadas procedentes de varios tipos de cereal. Este tipo de pan no representa beneficios particulares sobre la salud, al menos no más que uno preparado con harina blanca.

Si buscamos un pan con buenos valores nutricionales, Moncho López apuesta sin ambages por el de grano completo. “Es el más natural. Un grano de trigo tiene 3 partes: endospermo, el salvado y el germen. El endospermo, que es lo que mucha gente conoce como grano, es el que contiene los carbohidratos; el salvado es la parte que protege al endospermo y la que contiene la fibra; y por último el germen que contiene vitaminas del grupo B y minerales”.

El problema es que los fabricantes de harinas suelen eliminar el germen del grano, ya que se trata de una parte ‘viva’ y por tanto, más perecedera; si se echa a perder puede estropear toda la producción. Esto supone que un auténtico pan de grano completo requiera harina molida prácticamente al instante, sin esperas. Como la de Levadura Madre, ecológica, de grano completo e importada de Bélgica, un material de primera con el que conseguir un pan rico en valores nutricionales, sano y muy natural.

Café Levadura Madre Malasaña

San Joaquín, 4

28004 – Madrid