A la juventud a través del reseteo de la piel gracias a una sustancia presente en el organismo de manera natural: las ceramidas. El nuevo serum reparador y antiedad de Elizabeth Arden se apoya en el concepto ‘más vida para la vida’ suministrando al rostro una dosis extra de lípidos esenciales. Ceramidas, colesterol y ácidos grasos se dan la mano en una fórmula desengrasada que ofrece resultados notables en la luminosidad, tersura, hidratación y confort desde la primera aplicación.

Probado -y aprobado con sobresaliente- por ésta que suscribe, quien además te cuenta, ahora que nadie nos oye, que muy probablemente estemos ante El Mejor Serum del Año. Demos rienda suelta al entusiasmo.

Imagina el tejido dérmico como una especie de escudo. No es otra cosa: un revestimiento protector que nos mantiene a salvo de distintas agresiones y que, además, procuramos mantener en el estado más saludable y aparente posible. Ese escudo está compuesto por distintos materiales que contribuyen a mantener sus cualidades. Entre esas sustancias básicas están los lípidos, compuestos en un 40-50% por las ceramidas; un 25% corresponde al colesterol y un 10-15% se reparte entre los ácidos grasos esenciales. Esta especie de maridaje graso bien avenido conforma una barrera de hidratación y protección natural que proporciona un aspecto joven y lozano. Es lo que se conoce como ‘función barrera’, uno de los términos más importantes a la hora de pensar en nuestra piel y sus necesidades. Y éstas, como habrás notado, cambian mucho con el paso del tiempo. Nobleza obliga: el propio reloj interno marca una disminución progresiva de los niveles de ceramidas, que comienza a manifestarse en torno a los 30 años y se evidencia en las décadas sucesivas. La consecuencia es tan natural como la vida misma: la piel se deshidrata y pierde luz y firmeza, ganando, en cambio, en arrugas. Un panorama que es mejor no calificar en términos catastrofistas, ¿o acaso nos va a espantar a estar alturas que al verano le siga el otoño?

En cualquier caso, todos queremos que el ‘verano’ no se acabe nunca, y ahí es donde se mueve la gargantuesca industria de la belleza. Formando parte de ella, no dejo de cuestionarme sus parámetros, pero ¡ah! cuando me encuentro con un producto que realmente hace lo que dice en el dossier punto por punto… Entonces no se puede hacer más que admirar el esfuerzo en I+D que se ha volcado para cumplir la ilusión de los consumidores. Porque el nuevo serum de ceramidas de Elizabeth Arden es la bomba, amiga mía, y los beneficios se notan desde la primera cápsula como que me llamo Towanda, que me hace hasta ilusión ponerme una de ésas sólo por la caricia al ego que siento después –la única pega que veo es el temido momento de que se acaben, claro, el efecto enganche de las Barranquillas… ¡puras ceramidas en vena!-.

Por centrarnos en la nueva fórmula, te diré que contiene tres tipos distintos de ceramidas destinadas a fortalecer, reafirmar, hidratar y renovar la piel. A esto se añade el resto de puntas del tridente esencial: colesterol y ácidos grasos, además de una combinación de fitoesfingosina (alienta la producción natural de más ceramidas en la piel), extracto marino de Hinojo, complejo botánico de extractos de alfalfa, oliva y coco (para reducir arrugas y líneas finas) y retinyl palmitato (derivado de la vitamina A que estimula la producción de colágeno).

Y tú me dirás, “fetén, pero esto me deja fría. ¿Qué se siente? ¿Por qué dices que son tan maravillosas? ¿Se abre el cielo y aparece el rostro de la Virgen entre querubines armados con melódicas arpas?”. Pues… más o menos… Una vez abres la cápsula, te encuentras con una textura sinuosa, sedosa y satinada; un fluido deslizante en cantidad suficiente para el rostro, el cuello y el escote. La absorción es relativamente lenta; yo dejo pasar unos minutos antes de seguir con mi rutina para que penetre bien. Entonces llega ‘el milagro’ en forma de piel luminosa, ‘calmada’, nutrida (se nota a la perfección), acondicionada y con un aspecto bastante mejor que el que presentaba antes, y te aseguro que estos días de excesos navideños me están pasando factura como para tener un calamitoso punto de referencia.

Leo en el dossier la habitual avalancha de porcentajes con la que las (mejores) marcas miden la satisfacción de la usuaria y, en lugar del habitual descreimiento, afirmo con la cabeza y me sumo a esa masa anónima que sostiene haber notado mejora en su piel. Oye, cuando pasa hay que reconocerlo. ¡Bravo, Elizabeth Arden!

Podrás encontrarlas en los puntos de venta de la marca desde enero de 2017.

Advanced Ceramides Capsules Daily Restoring Serum. Precio: 124 euros / 90 cápsulas – 106 euros / 60 cápsulas.