Tener una piel impoluta, inmaculada, no se consigue únicamente a base de mantener una correcta higiene solar: en la aparición de las manchas también influyen la genética, las fluctuaciones hormonales (embarazo y menopausia) o la ingesta de medicamentos fotosensibilizantes.

Sólo un dermatólogo puede diagnosticar la causa de la mancha y aplicar el tratamiento personalizado para eliminarla. Porque no todas son iguales ni albergan el mismo peligro, la doctora María Calvo, dermatóloga en la Clínica Bioláser de La Moraleja, nos ayuda a aclarar este espinoso tema según el tipo de mancha.

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-Léntigos solares: son las manchas solares más frecuentes, y tienen su origen en quemaduras solares previas acaecidas en la infancia o adolescencia. Las reconocerás porque tienen el aspecto de ‘pecas’ grandes, confluyen unas con otras y van aumentando en cantidad, tamaño y color. “El pigmento se localiza en capas de la piel muy superficiales y se eliminan fácilmente con láser”, afirma la Dra. Calvo.

El tratamiento es muy localizado y efectivo, bastan 2-3 sesiones de láser Q-Switch para destruir el pigmento y acabar con esta molestia estética. Después de la sesión se queda una pequeña costra, que dura aproximadamente 7-10 días. No se puede tomar el sol en 1-2 meses tras cada sesión.

Precio sesión: 300 euros. Pack 2 sesiones: 500 euros.

Melasma: mancha de origen hormonal (embarazo, anticonceptivos orales, menopausia). Se distribuye en mejillas y labio superior y, al ser más profunda, es más difícil de eliminar con láseres. “En su lugar, es preferible usar peelings despigmentantes”, aclara la Dra. Calvo.

La mascarilla despigmentante es personalizada, se aplica en consulta y la paciente se la lleva puesta a casa, con un tiempo de exposición de 6 a 8 horas. Durante la semana siguiente, la piel se enrojece y se pela, dando lugar a un nuevo tejido.

A la semana se realiza una revisión en consulta y se repite de nuevo el tratamiento, si es necesario, o se continua con un tratamiento domiciliario a base de cremas despigmentantes personalizadas. Normalmente son necesarios 3-5 meses de tratamiento y es imprescindible evitar la exposición solar.

Precio: 500 euros.

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-Poiquilodermia de Civate: alteración de la pigmentación que se suele localizar en los laterales del cuello y se manifiesta en forma de manchas rojizas o marrones, atrofias cutáneas o telangiectasias vasculares (más conocidas como ‘arañas’).

Se asocia, sobre todo, a la exposición crónica al sol, a la menopausia o al uso de cosméticos y perfumes seguidos de exposición solar.

Es difícil eliminarla del todo, pero se puede mejorar su aspecto combinando láseres vasculares, de pigmento y de luz pulsada, en 3-4 sesiones consecutivas 1 vez al mes.

Precio: 3 sesiones, según la extensión, entre 800-1000 euros.

-Melanosis de Rielh: placas dispuestas en red de color marrón-grisáceo en cara y cuello. Primero se perciben inflamación y enrojecimiento y después aparece la pigmentación. Se trata de una dermatitis de contacto a diversos alérgenos presentes en cosméticos y textiles.

El tratamiento, como nos cuenta la Dra. Calvo, es “poco eficaz. Existen algunos casos que evolucionan con láser, pero la mejora es discreta”.

Precio: entre 1000-1500 euros.

-Hiperpigmentación postinflamatoria: muy frecuentes en verano. Se trata de manchas rosas, rojas, pardas o negras (en función del tono de piel) que aparecen como consecuencia de exponer al sol las heridas, quemaduras, lesiones de acné, piel recién depilada, etc.

Lo positivo es que tienden a resolverse solas con la renovación natural de la piel. Si no es así, se pueden tratar con productos despigmentantes como la hidroquinona, los retinoides o los peelings de ácido glicólico.

Precio: entre 300-500 euros.

-Manchas ‘café con leche’: irregulares, de color marrón y tamaño que puede llegar hasta los 10 cms. En su mayoría son congénitas o aparecen en la infancia (también se conocen popularmente como ‘antojos’). Se puede emplear láser para eliminarlas, pero la eficacia no es del 100% y tienden a reaparecer.

Precio sesión: 300 euros.