El órgano sexual más importante es el cerebro, pero cuidar nuestros sacrosantos genitales tiene la misma relevancia a la hora de disfrutar de un sexo saludable. Sobre todo si se han tenido partos o si se atraviesa una etapa de estrés, lo que suele ser el día a día de una mujer trabajadora en tiempos convulsos.
Te animamos a que disfrutes de tu cuerpo como si no hubiera un mañana con los siguientes consejos, destinados unicamente a aumentar tu placer sexual.
- Entrena el suelo pélvico
El suelo pélvico es la zona que recoge la vagina, la uretra y el recto. Siempre es recomendable cuidarlo para evitar problemas a futuro como las pérdidas de orina (cuando no las operaciones por descolgamiento de la vejiga), pero además tiene una interesante vis sexual dado que su tonicidad influye en la intensidad de los orgasmos. Para fortalecerlo, puedes practicar ejercicios de Kegel (consistentes en contraer y distender los músculos en series) o bien usar ejercitadores que realizan las mismas contracciones de manera automática. Otra opción es realizar ejercicios hipopresivos para recolocar los órganos internos, aliviar la carga del suelo pélvico y trabajar los abdominales oblicuos.
- Con la regla no se juega
Los tampones y compresas pueden causar irritaciones, rozaduras y sequedad, situaciones harto anticlimáticas. Como parte del abanico de higiene íntima, puedes optar por una copa menstrual durante ‘esos días del mes’; la copa se adapta a cada cuerpo, se fabrica en silicona de grado médico y es la alternativa más económica. Además, y no por ello menos importante, cambia por completo la relación con la regla, con la sangre menstrual, normalmente ‘silenciada’ y rodeada de vergüenza. Tanto, que hay mujeres que afirman sentir menos dolor en sus periodos desde que usan la copa.
- Marca tus propios límites
La mente está estrechamente ligada a la salud sexual. Combatir el estrés y el cansancio diarios para terminar el día haciendo el salto del tigre no es en absoluto baladí, requiere poner ciertas presas para que los problemas externos no afecten a la pareja. Aprende a marcar esas líneas imaginarias para favorecer encuentros sexuales provechosos. Ojo, el sexo puede hacer tanto por tu mente como la meditación más concentrada.
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Rosa 
Beatriz Peña 
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