Después de los 35 consejos nutricionales para mantener el tipo sin dietas, te brindamos otros 30 consejos más para comer sano y que sigas alimentándote con un poco de sentido común; el menos común de los sentidos, por cierto.

Una vez finalizada la dieta, hay que saber poner el punto y final a nuestro régimen de control peso. Puede que te parezca de perogrullo, pero la dieta tiene que acabar justo cuando hayas llegado a tu peso ideal. Siempre que sea un objetivo real, para eso utiliza las matemáticas en cualquier báscula inteligente. No hay que seguir perdiendo más kilos y tampoco coger demasiados. Basta con alcanzar ese mágico equilibrio entre nuestro cuerpo y nuestra mente que nos haga estar cómodos. No busques referentes en modelos y celebrities. Tú eres tú y sólo tú.

Aunque parezca extraño, hay gente que está permanentemente a dieta o contando calorías para llegar a ser como….

Una buena dieta bajo control médico te tiene que haber enseñado a comer sano y hacer ejercicio. Algo más que a ingerir, deglutir y digerir alimentos. La dieta, la alimentación de cada día no debe convertirse en una carrera insaciable con la báscula.

¡¡ BASTA, DI NO A ESTAR SIEMPRE A DIETA !! Estas alteraciones hacía la comida pueden llegar antes de que te des cuenta a un TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), mejor dicho un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria) que suele degenerar en anorexia o bulimia, siempre que no se someta a un tratamiento psicológico adecuado capaz de atajar el problema lo antes posible.

Así que son: 35 consejos para mantener el tipo + 30 consejos para saber qué cosas comer, cómo y cuando = 65 consejos saludables asesorados por la SEEN

36. Si hay algo que debes tener claro respecto a una dieta equilibrada es intentar controlarte con el pan, no paserte con los dulces y huir de las salsas, sobre todo la mahonesa.
37. Algunos medicamentos pueden interferir en el adelgazamiento, sobre todo los ansiolíticos, tranquilizantes y antidepresivos. En ese caso, conviene que consultes tu caso con un especialista para no desanimarte. Tal vez tu alimentación sea la correcta, sólo que este tipo de fármacos te impidan adelgazar de forma natural.
38. Pon mucha atención y sobre todo no te engañes a ti misma si observas cualquier trastorno alimentario después de haber acabado con una dieta. La mayoría de los casos de anorexia y bulimia se disparan después de haber adelgazado. Ante el menor síntoma habla consulta con el médico.
39. Si necesitas endulzarte la vida, no lo dudes elige los edulcorantes “light”. Su virtud está en separar el sabor dulce de las calorías. En la actualidad el aspartamo es el más recomendado frente a la polémica sacarina y el ciclamato.
40. Los expertos recomiendan ingerir cada día entre 30 y 35 gramos de fibra. Sus efectos son muy beneficiosos tanto para tu aparato digestivo como metabólico. Además la fibra tiene un gran poder saciante. Sin embargo, si tomas demasiado: más de 50 gramos al día, puede ser negativo para asimilar algunos oligoelementos como el calcio, magnesio, hierro o cinc, que también resultan muy necesarios para la salud.
41. Debes saber que los alimentos “light” no son ningún milagro adelgazante. Su intento por reducir azúcares, grasas y calorías no siempre resulta positivo. Algunos de estos derivados industriales emplean grasas de parafina que al no ser digeridas ni absorbidas pueden arrastar también vitaminas y otros nutrientes esenciales.
42. Después de la comida o la cena, existe una tendencia muy generalizada de sentarse en la sofá a ver la televisión. Te sugerimos que esperes al menos media hora antes de tumbarte a la bartola, y emplees ese tiempo en realizar alguna actividad dinámica suave (sacar a pasear al perro, poner el lavavajillas, ordenar el armario, etc.). De esta forma, tu digestión será mejor y quemarás calorías en lugar de acumularlas de golpe.
43. Cuando salgas a tomar un aperitivo con amigos o a cenar por ahí, la tentación está servida. Sin embargo, tienes muchas alternativas apetecibles que te permitirán ir de copas sin alterar tu alimentación en exceso. No olvides, que siempre eres tu la que eliges. Respecto a bebidas, lo mejor son los zumos de tomate, piña y naranja. Un aperitivo saludable son los boquerones en vinagre y las patatas fritas o al vapor, pero limpias de salsa. El mejor sitio para salir a cenar son los restaurantes japoneses y los vegetarianos, además están de moda.
44. Un tentempié fácil de hacer y muy sano son las patatas asadas al microondas. Para cocinarlas, basta meterlas con piel incluida en el “micro” durante un minuto y a máxima temperatura. Después se toman calentitas… sólo tienes que partirlas al centro y comerlas con una cuchara.
45. Aparca la freidora lejos de tu vista y olvídate de los fritos y rebozados por una temporada. En su lugar coloca una licuadora o un aparato para cocinar al vapor, desde verduras hasta pescados y carnes. Existen muchas alternativas para chuparse los dedos con todo el sabor y las vitaminas, pero sin una gota de grasa.
46. El mundo de las infusiones no se compone sólo de té, manzanilla y poleo-menta. ¿Has probado las tisanas de anís verde y anís estrellado? Son estupendas para digestiones complicadas y resolverán de un sorbo tus problemas de aerofagia. Pero hay muchas más: salvia, romero, regaliz, etc. Curiosea y consulta en el herbolario más cercano, seguro que te sorprenderán sus efectos.


47. Descubre los alimentos germinados: brotes de soja, alfalfa, etc. Son tallos tiernos, frescos y llenos de energía, proteínas y vitaminas. Darán vigor y alegría a muchos platos, sobre todo a tus ensaladas.
48. Si un día te has pasado de la raya, redime tus culpas entrando en cintura con una faja de efecto sauna del tipo Vulkan (en farmacias). Son un excelente aliado para sudar los excesos de la bacanal del día anterior.
49. Tienes que brindar por algo y no sabes qué bebida alcohólica resulta más adecuada. Medio vaso de vino blanco o tinto no hace daño a nadie y puede incluso resultarte muy digestivo. Desde luego las copas más calóricas son los licores anisados y dulces.
50. Tu dieta ha funcionado cuando además de adelgazar lo que necesitabas, has aprendido algo sobre tu alimentación. Comer sano requiere un aprendizaje y una puesta en práctica de la teoría para una reeducación alimentaria completa. Eres tú la que tienes que enseñar a tu estómago a comer y no al revés.
51. Un truco muy sencillo para proteger las vitaminas de las verduras consiste en añadir unas gotas de zumo de limón o de vinagre.
52. No utilices bicarbonato en la cocción de verduras pues si bien es verdad que intensifica su color verde, favorece la destrucción de vitaminas. Y no puedes permitir que se pierda ni una.
53. Los cereales deben ser uno de los pilares de tu alimentación ya que te ayudarán a cubrir tus necesidades energéticas diarias. Tienen un gran poder nutritivo, se digieren muy bien y también son una fuente importante de vitaminas.
54. Si quieres mantenerte en tu peso ideal, debes hacer un balance energético entre lo que comes y lo que desgastas. Si consigues encontrar ese equilibrio, tu alimentación, tu actividad diaria y tu peso seguirán para siempre el ritmo adecuado.
55. A pesar de que las grasas se relacionan siempre con la obesidad y se limitan en todas las dietas, debes saber que tu cuerpo las necesita para desarrollar algunas funciones. Las mejores grasas que puedes tomar son las grasas poliinsaturadas, como el aceite de oliva y las grasas de pescado.
56. No te dejes embaucar por la charlatanería de los complementos dietéticos adelgazantes. Recuerda siempre la frase del doctor Grande Covián, una eminencia científica en el campo de la nutrición: “Los únicos alimentos que adelgazan son los que se quedan en el plato sin ser consumidos”.


57. Resulta más saludable mantenerse toda la vida con unos cuantos kilos de más,(siempre que no sean demasiados), que adelgazar y volver a engordar bruscamente. Los altibajos continuados de peso se registran en tu corazón y resultan bastante nocivos.
58. Quince minutos antes de comer, toma algo para engañar al estómago: un par de colines o un caramelo ácido y saboréalo lentamente.
59. Cuando te sientes a comer, olvídate de ver la tele o leer un libro al mismo tiempo. Debes pensar sólo en lo que tienes delante y concentrarte en el sabor, aroma y textura de lo que estás comiendo.
60. Planifica en un papel los menús de cada día o de la semana. El hecho de apuntar en un papel lo que vas a comer, te ayudará a seguir un orden de comidas y cumplirlo con más facilidad.
61. Las sobremesas largas, invitan a picotear del plato de tu hijo, a comer más de una pieza de fruta y a los postres pesados. Un buen truco consiste en lavarse los dientes inmediatamente después de haber terminado de comer.
62. Prepara un botiquín de emergencia para los ataques de hambre incontrolada, pero con la condición de utilizarlo sólo en caso de alerta máxima. El botiquín estará compuesto de: vegetales crudos a elegir (zanahorias, apio, pepino, etc.), frutas frescas, yogur, huevo duro o una pequeña porción de pollo o pescado.
63. La creencia de que el agua durante las comidas engorda no tiene ninguna base científica.
64. Si te saltas una comida, es un error acumular más para la siguiente. Comer sano significa separar la ingesta diaria en 5 raciones repartidas a lo largo del día.
65. Aprende a decir que NO en actos sociales o familiares. Es necesario saber reaccionar ante frases del tipo: “Es sólo un bocadito, total por una vez no te va a pasar nada” o “Un día es un día…”