Existe una relación directa entre la comida y las enfermedades del corazón

Las evidencias científicas se acumulan. La dieta juega un papel principal en nuestra salud y puede impactar significativamente en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares.

¡Es un hecho! Algunos alimentos pueden influir sobre la presión sanguínea y el nivel de triglicéridos, colesterol e inflamación, todos ellos elementos de riesgo sobre el bienestar del corazón.

Si, como Hipócrates, crees que la comida debería ser ‘tu única medicina’, toma nota de los 5 alimentos que pueden maximizar tu salud coronaria. Bon appetit!

corazon-alimentos-1

1. Verduras de hoja verde.
Tipo espinacas, col kale, col en general… Se trata de alimentos muy ricos en vitamina K, que ayuda a proteger las arterias y promueve una adecuada coagulación sanguínea. Además, contienen muchos nitratos, que reducen la presión sanguínea y mejoran la función de las células que recubren los vasos sanguíneos.

corazon-alimentos-2

2. Granos enteros.
Esto es, integrales. De color oscuro y con las tres partes del grano ricas en nutrientes que se eliminan en el proceso de refinado: germen, endosperma y salvado.

Hay un montón de tipos donde elegir: trigo integral, arroz integral, avena, centeno, cebada, alforfón, quinoa… Son más altos en fibra, lo que tiene impacto beneficioso sobre el colesterol ‘malo’ (LDL).

corazon-alimentos-3

3. Frutos rojos.
Fresas, arándanos, moras, frambuesas y grosellas están repletos de nutrientes importantes que juegan un papel en la salud del corazón. Son ricos en antioxidantes, que protegen del estrés oxidativo y la inflamación, y ayudan a reducir el colesterol ‘malo’. Y, además, ¡están buenísimos!

corazon-alimentos-4

4. Aguacates.
¿Qué restaurante que presuma de saludable no lo ofrece en su carta? El aguacate es una fuente excelente de grasa monoinsaturada, asociada a niveles más bajos de colesterol ‘malo’ y a la menor presión arterial. Además, es muy rico en potasio, nutriente esencial para la buena salud del corazón.

corazon-alimentos-5

5. Peces grasos (o azules) y aceite de pescado.
El salmón, la caballa, las sardinas y el atún están cargados de ácidos grasos omega-3, cuyas propiedades beneficiosas para el corazón se demuestran prácticamente a diario.

Los estudios han probado que estos ácidos disminuyen significativamente la presión arterial diastólica y sistólica, así como los niveles de colesterol total, triglicéridos y azúcar.

En caso de no tomar suficiente pescado azul (los estudios hablan de una dosis 3 veces por semana), se puede sustituir por suplementos de omega 3. En este caso, es interesante buscar una fuente de buena calidad puesto que los pescados grandes suelen acumular más materiales pesados. En los últimos años se ha popularizado el aceite de krill o el de algas como alternativas seguras.