Este verano ha sido sinónimo de fiesta en Longchamp.

Es probable que aún se encuentren restos de confetti en el seno de la casa Longchamp, esa marca francesa que nos gusta porque practica un lujo amigable que no intimida. Este verano han celebrado por partida doble: por un lado, el primer desfile de la casa en Nueva York, por otro, el 70 aniversario de la firma. Motivos más que suficientes para repasar, de hito en hito, sus grandes highlights.

1948: curtido en el negocio familiar de venta de pipas, cigarrillos y demás pasatiempos, Jean Cassegrain funda una modesta empresa de marroquinería de lujo utilizando un nombre profético: Longchamp. Como la carrera de caballos homónima, su galope hacia el olimpo del lujerío francés sería alegre y sin pausa.

1970: un material innovador entra en escena de la mano de Longchamp listo para revolucionarla: el nylon, un tejido aislante y ligero que permitiría elaborar maletas mucho más ligeras.

1971: la casa fabrica su primer bolso para mujer, con tan éxito de crítica y público, que la casa se aureola rápidamente como uno de los principales fabricantes de marroquinería de Francia.

1993: junto con la invención de la rueDIGODELNYLON, la mayor aportación de Longchamp a la industria de la moda y a la vida de las consumidoras… El bolso Le Pliage, un complemento plegable y muy ligero en nylon con forma de trapecio, dos asas, cierre de cremallera y solapa de piel. Un diseño simple y ultra práctico, originalmente en muchos colores, que se vio impulsado por las mayores prescriptoras del mundo –antes de las influencers-: las editoras de moda francesas. Actualmente sigue siendo un best-seller, se fabrica en multitud de diseños y cuenta con varios clones.

Década de los 2000: la firma se consolida como casa de lujo, capaz de alumbrar bolsos de cuero y tela, equipaje, zapatos, artículos de viaje, accesorios de moda y una línea de prêt-à-porter femenina.

2018: la firma debuta en Nueva York con un desfile homenaje a Anita Pallenberg y Veruschka, influencers antes que las influencers y grandes musas a la sazón. Vestidos vaporosos, transparentes y muy femeninos, infundidos del estilo parisino y setentero de la mujer Longchamp.

2018: la firma ofrece un fiestón en el Palais Garnier con motivo de su ¡70! aniversario. “Expresamos el estilo de vida francés de una manera única”, declara Jean Cassegrain al hilo de la ocasión. “Longchamp es una firma ‘de toda la vida’, pero también impertinente y alegre. Como negocio familiar, nuestro auténtico lujo reside en nuestra independencia y autenticidad”.

¡Por muchos años!