Puedes tener estrés y no darte cuenta porque es inevitable sufrirlo aunque sea en pequeñas dosis.

¿Tics nerviosos, dolores de cabeza, náuseas, cambios de humor? Probablemente sea sólo estrés. ¿Sólo? Ya es bastante. Pero tenemos tan asumido que estamos estresados que no nos damos cuenta y podemos llegar a situaciones incómodas.

En un mundo donde reina la hiperactividad, las prisas, los intentos no siempre exitosos de poder conciliar la vida profesional con la laboral y la rutina es inevitable padecer ciertas dosis de estrés.

¿Sabes si tienes estrés? Sigue leyendo y haz el test que te proponemos.

Reconócelo, no te da la vida. Estás hasta arriba de trabajo, llegas a casa y tienes mil cosas que hacer y, además llega la Navidad: compras, comidas, cenas, regalos... Estás que te tiras de los pelos. Está claro: tienes estrés. O bien crees que no te afecta nada pero no te encuentras del todo bien. También puede que tengas estrés. Sí, es la palabra de moda: estrés, estrés, estrés… Sólo con decir la palabra el corazón se te pone a mil por hora.

Freedom and Floe Company, expertos en gestión y medición científica del estrés, nos resumen qué es y cómo sobrellevarlo con un sencillo test.

El estrés bien gestionado es necesario para mantener buenos niveles de salud y rendimiento, lo que resulta vital para obtener el máximo partido a las 24 horas del día. Sin embargo, el estrés puede acortar la vida y dañar nuestra salud mental y física si no nos recuperamos de él cada día. Es la segunda causa de los problemas de salud relacionados con el trabajo. La ansiedad, que puede llegar a convertirse en depresión, afecta al 14,6% de los españoles.

El estrés es saludable porque nos mantiene alerta, aumenta la creatividad y la productividad, impulsa a tomar la iniciativa y a que respondamos eficientemente ante problemas cotidianos. La clave reside en el tiempo que dure.

Identifica qué te estresa. Cualquier cosa puede generarnos estrés. La voz de las personas, el ruido de fondo, los coches, el trabajo… El secreto es educar la reacción y/o el comportamiento que introducimos frente a los desencadenantes del estrés en nuestro día a día.

Los problemas por estrés aparecen a medida que se acumulan sus desencadenantes. Si no eres capaz de adaptarte a esa nueva situación que llega a tu vida, se desestabiliza el equilibrio del organismo y puede originar problemas físicos y psicológicos.

Las mujeres somos, desgraciadamente, más sensibles al estrés porque la hormona que debe activar la señal de alarma sensibiliza de modo más intenso las neuronas en la mujer que en el hombre, que se adapta mejor para resistir las consecuencias de la ansiedad. Los primeros síntomas pueden ser: insomnio, cansancio, boca reseca, aumento o pérdida de peso, dolores de cabeza y cuello, respiración entrecortada y acelerada, aumento del ritmo cardiaco y de la presión arterial, sensación de tener un nudo en la garganta o en el estómago, ansiedad y angustia.

Cuando se mantiene este problema, las personas adoptan conductas diferentes: algunas se preparan para afrontarlo, mientras otras tratan de evitar las situaciones que puedan activarlo. Aquí debes preguntarte si sientes apatía, tedio, problemas de memoria o decaimiento. El estrés bloquea la zona del cerebro encargada de la resolución de problemas, afecta a la interpretación que hacemos de la realidad y repercute a nivel social haciendo, incluso, que lleguemos a perder totalmente la empatía.

Vivir estresado permanentemente no es normal y no deberías permitir que forme parte de tu vida. Deshazte del estrés y vive una vida mejor. La regla número uno es: no te preocupes por las cosas pequeñas. La regla número dos es: todo son cosas pequeñas. O como decía un periodista que conocí hace años: nunca pasa nada, y si pasa qué importa, y si importa, qué pasa.

Ahora te proponemos que midas tu nivel de estrés y tu nivel de recuperación. Contesta estas preguntas muy facilitas de este test on line y sal de dudas.

Y, ahora, ¿qué hacer después del test?

Si te ha salido un nivel de 5, que es la media, tienes un nivel de recuperación bueno. Si tu valoración es de 6 o 7 se aconseja prestar atención a cómo mejorar tu calidad de recuperación. Se recomienda mantener una rutina; para recuperarse adecuadamente del estrés generado es mejor mantener un horario, acostumbrándose a acostarse y levantarse a la misma hora, incluso los fines de semana. Es muy bueno consumir luz natural, como mínimo dos horas al día de luz natural en exteriores; la luz natural de la mañana tiene más beneficios antidepresivos que la de cualquier hora del día. Además, debes sumar oscuridad. No que estés a oscura en casa sino que sumes oscuridad con un sueño sin nada de luz porque permite una adecuada secreción de melatonina, que es la hormona que ayuda a regular los ritmos circadianos y con ello mejora el descanso.

¿Más claves? Meditar es buenísimo y no es tan difícil. Simplemente con prestar atención a tu respiración ya están aprendiendo a meditar (lo probé hace unas semanas) y realmente funciona y recuperas la energía. Escucha música que, además de ser una actividad muy placentera, calma el cerebro y reduce los niveles de estrés, aumenta el rendimiento, el optimismo y disminuye el dolor. Sal, diviértete, haz deporte… Todo ayuda.